Recuento de daños
La razón es que la firma encabezada por el efímero director de Pemex y ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán, sustenta la mitad de su flujo con contratos con la CFE o la petrolera.
La firma es filial de Sempra Energy. El problema, como usted sabe, es que las compañías pactaron en sus contratos para la construcción de gasoductos para la empresa productiva del Estado una cláusula de “causa mayor”, es decir, si por cuestiones ajenas a ella las obras se paran, la contratante deberá pagarles lo mismo que si la tubería le abasteciera gas natural.
El caso es que las obras están paralizadas desde el 23 de agosto de 2017 al dañar la estructura tribus yaquis inconformes con la obra. Estamos hablando, exactamente, de un tramo de Sonora que corría de Guaymas a El Oro.
Lo inaudito del caso es que más de un año después no se hubiera llegado a un acuerdo para el pago de los daños, ya porque la firma ganaba más por la parálisis, o por incuria de la instancia del Estado.
En el caso de TransCanada las obras se suspendieron hace 13 meses por bloqueos, y en el de Carso existen 16 de ellos en diversos tramos que oscilan entre Chihuahua y Sonora.
De las tres firmas en la picota, la única que acepta renegociar los contratos es la canadiense.
De acuerdo con los analistas, la posibilidad de rescindir los contratos por parte de la CFE le saldría más caro que promover la terminación.
De las tres empresas señaladas como tenedoras de contratos leoninos que ponen en peligro la viabilidad de la Comisión Federal de Electricidad, la más afectada fue IEnova, cuya cotización de sus acciones cayó 4.72% tras haber llegado a 6%, en tanto las de TransCanada descendieron 1.03% y, en contraste, las de Grupo Carso crecieron 0.46%.
A su vez, acusados sus integrantes de comportarse como empleados de empresas privadas para destruir a Pemex y a la CFE, la Comisión Reguladora de Energía se lavó las manos con relación a la confección, licitación y entrega de los contratos.
En la feria de dimes y diretes, el ex secretario de Energía y ex director general de Pemex, actualmente consejero de Energy Intelligence Group, Jesús Reyes Heroles, amenazó con demandar al director de la CFE, Manuel Barlett, por difundir fechas falsas sobre su trayectoria pública.
De acuerdo con el funcionario de la CFE, los cargos los ocupó durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando en realidad fue secretario de Energía con Ernesto Zedillo y director de Pemex con Felipe Calderón.
Otro de los nueve ex funcionarios señalados de participar en empresas privadas afines a su tarea como funcionarios, Jordy Herrera, señaló que nunca se ha contratado con alguna firma del ramo eléctrico nacional o extranjera.
El dardo apuntaba a que el ex titular de la Secretaría de Energía actúa como bróker de las empresas españolas Repsol y Gas Natural Fenosa.
“No me voy a pelear con las empresas”, dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Balance general. La cancelación de la Dirección de Planeación Estratégica Institucional del Instituto Mexicano del Seguro Social para diseminar en cuatro direcciones sus actividades representa un paso para un eventual regreso al pasado del organismo.
Estamos hablando de dar reversa a la pretensión de privatizar sus centros vacacionales; el revitalizar sus tiendas, algunas de las cuales se han cerrado, y fortalecer sus áreas deportivas y de rehabilitación.
Aunque se han concesionado al sector privado, el IMSS mantiene aún la propiedad de sus teatros.
El problema, naturalmente, es de dónde saldrán los recursos para la reversa.
Dos Bocas va. Será en abril cuando Petróleos Mexicanos lance una licitación pública internacional para la construcción de la refinería de la zona costera de Tabasco.
Los trabajos para el acondicionamiento del terreno se siguen realizando, pese a la multa de 13 millones 900 mil pesos impuesto por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente a la firma privada que realiza la tarea.
El cálculo habla de una inversión inicial de 16 mil millones de pesos.
La obra tendrá una duración de tres años.