Así se industrializó la TV a color en México
Guillermo González Camarena y el escritor Salvador Novo idearon una televisión moderna y educativa
Si González Camarena es el inventor de los televisores a color, entonces el poeta Salvador Novo es el escéptico que sin haberlo pedido, sentó las bases de la televisión como la industria que conocemos.
A finales de 1947 el gobierno les encomendó estudiar la televisión de los países desarrollados para decidir qué forma era la más adecuada para la naciente televisión mexicana: privada como la estadounidense o pública, como la británica.
Salvador Novo, entonces director del Departamento de Teatro fue nombrado presidente de la Comisión de Televisión y González Camarena lo acompañó para recoger datos técnicos. Viajaron a Estados Unidos, Reino Unido y Francia a fines del 47.
El informe que escribieron pasó desapercibido por el público, pero con él, el presidente Miguel Alemán y el PRI dominaron la opinión pública.
Sus personalidades no podían ser más distintas. Novo, el poeta, criticaba cómo la televisión estadounidense sólo “se preocupaba” por vender; algunos incluso lo tachaban de tecnófobo. González Camarena, el inventor, había patentado la televisión a color solo unos años atrás en México, en 1940, y en E.U un año después.
A pesar de las muchas diferencias entre Camarena y Novo, ambos coincidieron en que la televisión debía funcionar como medio educativo y de difusión cultural. En el informe entregado al gobierno aseguraban que México podría competir con otros países en la industria televisiva.
Pero el gobierno mexicano tenía otros planes. Corría el mandato de Miguel Alemán Valdés (1946-1952), el primer presidente no militar y que tampoco había participado en la Revolución Mexicana de 1910.
De acuerdo con El Colegio de México, “Alemán se dedicó a promover la industrialización y a propiciar el crecimiento empresarial, del que no fueron ajenos ni él ni algunos de sus colaboradores y amigos. Uno de esos empresarios fue Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien aprovechó el auge que representaba la televisión”.
Según la investigadora Sarah Corona Berkin, Novo parecía comprender que “la televisión no se definiría en los contenidos, sino en otro lugar, más cerca de los aparatos y de la política tecnócrata del momento”.
En 1952, González Camarena fundó la estación televisiva XHGC que transmitía por canal 5, y que hasta la fecha se identifica con las siglas GC de González Camarena.
Algunos críticos de la época escribieron que los programas de la XHGC eran sencillos, pero “de enorme trascendencia con el público, tienen la gracia de la originalidad y el favor de los telespectadores”.
Pero mientras González Camarena se esforzaba por innovar aun sin el apoyo suficiente, otros lucraban con un negocio en auge. Según el investigador Francisco Hernández Lomelí, “el 7 de octubre de 1949 el presidente (Miguel Alemán) otorgó la primera autorización oficial para explotar comercialmente una estación de televisión en México: la compañía Televisión de México S.A., propiedad de Rómulo O’Farril, conocido industrial y amigo cercano del presidente”. Luego de su mandato, Alemán se involucró en el negocio y se convirtió en uno de los principales accionistas.
Hoy se cumplen siete décadas de que un poeta y un inventor sentaron las bases de la industria de la televisión. El ingeniero González Camarena falleció en un accidente automovilístico el 18 de abril de 1965.