Diseñan nidos para salvar 4 idiomas
••• A través de un programa creado en Nueva Zelanda y un acervo bibliográfico de 31 libros en lenguas maternas, Chihuahua lucha por conservar y revalorizar sus cuatro idiomas indígenas ancestrales: Rarámuri (Tarahumara), Ódami (Tepehuán), O’oba (Pima) y Warijó (Guarijíos), de los cuales quedan poco más de 100 mil hablantes mayores de cinco años.
El estatus que guarda cada una de estas lenguas obliga a aplicar una política lingüística diferente, el gran reto para los chihuahuenses es mantener vivo el Pima, idioma que está a punto de desaparecer, por lo que requirió un trato especial en los últimos años. Para ello, el gobierno estatal implementó una estrategia que en Nueva Zelanda, Hawái y Canadá ha resultado exitosa: los nidos de lengua.
Con él se busca que los niños en edad preescolar de la comunidad Pima aprendan a hablar su lengua a través de la enseñanza directa de los ancianos. Los abuelos cuidan a estos niños como si su casa fuera una guardería con la única condición de que, en todo momento, se dirijan a ellos en ese idioma. Al cabo de un año, los menores la hablan como lengua materna.
Este ejercicio se puso en marcha en la comunidad de Los Ojitos, en el municipio de Madera, donde se han enfrentado con algunos problemas para su implementación, como destinar recursos económicos para pagar a los abuelos que cuiden de los niños, así como dar un incentivo a quienes dejan a sus hijos, eso a pesar de que la estrategia original se realizó en Nueva Zelanda con un grupo de voluntarios.
“No es lo mismo un anciano de un país de primer mundo, que tiene una pensión y no debe de ocuparse de otras cosas, en este caso, un anciano Pima está preocupado por subsistir y aún requiere trabajar”, explica Alberto Servín Herrera, jefe del Departamento de Culturas Étnicas y Diversidad de la Secretaría de Cultura de Chihuahua.
Material de lectura. Las políticas para conservar los cuatro idiomas indígenas han originado la creación de textos monolingüísticos que van desde fotonovelas; la traducción de obras mundialmente aclamadas como El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, en tarahumara y tepehuán, así como cómics que han tenido un gran éxito en las comunidades indígenas.
La actividad editorial impulsada por la Secretaría de Cultura estatal, que cuenta con 31 libros monolingües, tiene como propósito acumular un corpus de materiales escritos con los que se pueda integrar este mismo año una red de bibliotecas en las escuelas del estado.
Para atender a la población que no sabe leer ni escribir, se han diseñado audiolibros en los que se documenta la tradición oral a través de discursos de gobernadores indígenas, pláticas, narraciones etiológicas y mitos que explican las características del mundo contemporáneo.
También se han implementado cursos de formación de capacitadores lingüísticos comunitarios, clases de tarahumara, con una gran aceptación entre los mestizos, y diversos premios para incentivar el movimiento emergente de literatura tarahumara.