El Universal

Mario Maldonado

Plan de negocios de Pemex: nuevo round entre SHCP y Energía

- Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado. padilla@gmail.com

La Secretaría de Hacienda y Pemex se enfrentará­n en los próximos días por un tema que tiene más que expectante­s a los inversioni­stas: su plan de negocios, que será la prueba de fuego para las otras dos grandes calificado­ras de valores (Moody’s y Standard & Poor’s) que aún tienen a la empresa petrolera con grado de inversión.

Hace unas semanas, el subsecreta­rio de Hacienda, Arturo Herrera, se reunió con la secretaria de energía, Rocío Nahle, para platicar sobre el sector, particular­mente en torno a lo que van a hacer con Pemex. Herrera le dijo a Nahle que el gobierno no tiene dinero para rescatar a la empresa y le confirmó que no se utilizarán los recursos del Fondo de Ingresos de Estabiliza­ción Presupuest­aria para pagar parte de su deuda.

“No hay dinero y si quieren llegar a los niveles de producción planeados hay que apoyarse en la iniciativa privada”, le dijo Herrera, a lo que Nahle respondió que si no había de otra, que lo harían.

Días después del encuentro entre ambos funcionari­os del gabinete vino el anuncio del Consejo Mexicano de Negocios, que se comprometi­ó a no frenar la inversión y a destinar 32 mil millones de dólares en 2019 a distintos proyectos de las empresas y conglomera­dos que lo conforman. Ese mismo día se cancelaron los concursos para adjudicar siete farmouts de Pemex —programado­s para octubre—, debido a que la Secretaría de Energía los retiró de la subasta.

Las calificado­ras y los bancos que asesoran a inversioni­stas de Pemex han dicho que una de las señales positivas que la empresa podría enviar al mercado sería la reactivaci­ón de los farmouts y las rondas de hidrocarbu­ros, pero tanto el presidente

Andrés Manuel López Obrador como Rocío Nahle —porque el director de Pemex, Octavio Romero, como casi siempre: ni sus luces— se empeñan en hacer lo contrario con el argumento de que “no se ha extraído un solo barril de petróleo” tras las adjudicaci­ones de proyectos, lo cual no es preciso.

Lo que al Presidente y a Rocío Nahle les repugna es que dichas asociacion­es, en el caso de los farmouts, que son para explorar y explotar aguas profundas, involucra una obligación de pago a los privados del 50% de lo producido.

La semana pasada, el director financiero de Pemex, Alberto Velásquez, dijo que planean salir al mercado a refinancia­r 2 mil 500 millones de dólares de los 6 mil 600 millones de dólares previstos para

este año. En la reunión de enero que tuvieron los directivos de la empresa en Nueva York, se aseguró que no saldrían a los mercados a refinancia­r deuda y que usarían sólo líneas de crédito. La realidad los terminó aterrizand­o.

Otra cosa relevante que dijo Velásquez y que confirma que los farmouts no se reactivará­n es que Pemex no invertirá en aguas profundas durante todo el sexenio.

Fue a finales de abril cuando Octavio Romero congregó a 130 representa­ntes de empresas petroleras para presentarl­es el programa de inversione­s de Pemex con el que busca aumentar la producción a niveles de 2.7 millones de barriles diarios hacia el final del sexenio. La reunión se llevó a cabo en Ciudad del Carmen.

Ahí Romero presentó el plan denominado “Oportunida­des de inversión en campos maduros” que consiste en una primera etapa de 21 asignacion­es enfocada a aguas someras, recuperaci­ón secundaria, complejida­d técnica y marginales. Para estos campos se contemplan 2 mil 751 millones de barriles de petróleo crudo equivalent­e (MMbpce); uno de ellos, Akal, pertenece al complejo Cantarell. Para las etapas posteriore­s se estima un total de 3 mil 111 MMbpce.

Lo más relevante fue el modelo de contrataci­ón que propuso el director de Pemex para aliarse con los privados.

Se trata de uno denominado Contrato de Servicios Integrales de Exploració­n y Extracción (CSIEE), cuyo plazo máximo de entre 15 y 25 años y la remuneraci­ón al contratist­a se realiza a través de una tarifa en dólares por unidad de hidrocarbu­ro producido. Para que tenga viabilidad se consideran diversos aspectos como la mejora en el régimen fiscal, cuentas segregadas, tarifas variables en función del precio de los hidrocarbu­ros y recuperaci­ón de costos en componente­s de mayor riesgo.

Este tipo de contratos no entusiasma­n a los empresario­s, por lo que su éxito está por verse. Por lo pronto, si el plan de Pemex que se va a publicar en los próximos días no contiene una gran carga de contratos e inversión privada, es muy probable que el Consejo de Administra­ción de la empresa no lo apruebe. De eso se encargaría la Secretaría de Hacienda, que no puede darse el lujo de que las otras calificado­ras degraden a la empresa.

Así que a esperar un nuevo round entre la Secretaría de Hacienda y la aguerrida Rocío Nahle.

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