Ignacio Solares
Si piensas demasiado en alguien, lo obligas a pensar en ti.
Pocas diversiones existenciales tan abismales como intentar brincar sobre nuestra propia sombra. La paz cotidiana está en saberse en paz con tu pareja. Hay que calcular lo cambiante que es la gente. Estadísticamente, un individuo no vale gran cosa; para el infinito es inconmensurable.