Microchip para el control de automóviles
Este desarrollo llevará las funciones de lujo a modelos de autos de precios más accesibles
Gracias al desarrollo de la tecnología automotriz, hoy los conductores tienen a su alcance mayor información para conocer el estado de su vehículo y obtener el mejor rendimiento pero, como estas características todavía son exclusivas de los modelos más caros, un alumno del ITESO buscó una alternativa económica.
Rafael del Rey Acuña, egresado del doctorado en Ciencias de la Ingeniería del ITESO, desarrolló una tarjeta de circuito que logra el mismo rendimiento que aquellas que están detrás de los tableros de vehículos de gama alta, pero a un costo mucho menor.
El emprendedor explica que los automóviles cuyo precio supera el millón de pesos permiten al conductor tener el control total desde los mandos en las palancas direccionales. “Pueden elegir el tipo de manejo, conocer el rendimiento del auto, el desgaste de los frenos, la presión de las llantas y los detalles del combustible, así como manejar el sistema de infoentretenimiento”, explicó.
Con el fin de que un mayor número de personas puedan disfrutar de estas herramientas, el egresado aprovechó sus conocimientos en matemáticas e ingeniería de radiofrecuencia y microondas para desarrollar una tarjeta-circuito para automóviles cuyos precios son más accesibles, es decir, de gama media.
Con el respaldo de la empresa alemana Continental AG y la asesoría de Zabdiel Brito y Ernesto Rayas, ambos profesores del ITESO, Del Rey Acuña desarrolló, durante su periodo como doctorante, una tecnología del tipo Module in Package (MiP), la cual ya cuenta con una solicitud de patente a escala internacional.
El emprendedor compartió que inicialmente trabajó en la reducción de costos de tarjetas de circuito impreso para sistemas de alta velocidad y así fue como llamó la atención de la firma Continental. “Me ofrecieron todo tipo de recursos, simuladores y licencias para trabajar con ellos porque el tema les interesó mucho”. A partir de ello creó un microchip que tiene todos los requerimientos delicados y finos que lleva una computadora, pero en una área mucho más pequeña. “En la industria a esto se le llama System in Package (SiP)”, dijo.
Rafael del Rey, quien ahora también es profesor de la Maestría en Diseño Electrónico del ITESO, apuntó que la tecnología desarrollada cumple con los estándares y normas internacionales aplicables y, aseguró, logra reducir hasta en 70% el costo de producción actual. Aunque el porcentaje de ahorro podría aumentar cuando el modelo se desarrolle en masa.
También destacó: “resiste condiciones térmicas adversas, de 40 grados bajo cero a 105 grados centígrados”.
Un proceso que llevó al éxito
Rafael del Rey compartió que, desde el principio de la investigación, previó que solo existían dos posibilidades para bajar los costos en el diseño y la producción del microchip: recortando elementos y funciones; o aplicando conocimientos científicos.
“La opción era ‘echarle’ matemáticas para ver cómo desde el diseño se podía hacer algo completamente diferente que, gracias a la aplicación de técnicas de simulación, sabíamos que iba a funcionar”, explicó.
Debido a los buenos resultados, en 2017 se registró la solicitud de patente internacional, a nombre de Continental AG, firma que financió el desarrollo de dos prototipos y los viajes a Alemania para las asesorías que el egresado recibió, entre 2014 y 2017, durante la realización de la investigación.
Su invención, que está conformada por una geometría de interconexión novedosa, económica y robusta en términos técnicos, concuerda con los requerimientos del auto conectado, una de las apuestas más importantes en cuanto a las tendencias tecnológicas de la industria.
Ahora la multinacional está dando seguimiento al proyecto enviando a Rafael del Rey a Alemania, en una transferencia temporal de dos años, con el objetivo de que supervise las primeras etapas de producción.
De acuerdo con el ingeniero, se estima que en 2021 podrán venderse los primeros automóviles de gama media con el sistema MiP.
“La opción era ‘echarle’ matemáticas para ver cómo desde el diseño se podía hacer algo completamente diferente que, gracias a la aplicación de técnicas de simulación, sabíamos que iba a funcionar.” —Rafael del Rey Acuña Egresado de ITESO