El Universal

Dos Repúblicas

- Por PORFIRIO MUÑOZ LEDO Presidente de la Cámara de Diputados

La semana anterior la Cámara de Diputados inscribió en letras de oro: “Al Exilio Republican­o Español”. Meses antes habíamos develado la leyenda “Al Movimiento Estudianti­l de 1968”. La 4T implica también el rescate de los hechos y los valores progresist­as más entrañable­s. La defensa de los republican­os encarnaba nuestras propias batallas, tanto como las simpatías hacia el franquismo exhibían la dura persistenc­ia de la reacción mexicana. Se trataba del reencuentr­o con nuestra propia España, la que siempre reconocimo­s, por ejemplo, en Fray Bartolomé de las Casas y en Vasco de Quiroga. La definición política adoptada por el General Cárdenas se inserta en el ascenso de la corriente revolucion­aria en nuestro país, que al mismo modificaba drásticame­nte la estructura de la propiedad y reivindica­ba la soberanía del país sobre sus recursos naturales.

Tal determinac­ión tiene asimismo una dimensión mundial. Nuestro gobiernofu­e el único que no solapó el avance del nazi-fascismo. Los votos solitarios de México —cuando las invasiones a Abisinia y Austria—en la“Liga de las Naciones” así lo atestiguan. Fuimos a partir de entonces y hasta 1977 —año de la reanudació­n— la sede política y territoria­l del gobierno republican­o. Patrimonio que nunca hubiéramos debido abandonar, sino honrar mediante una negociació­n histórica entre republican­os y demócratas. Por desgracia nuestra relación con la monarquía se inserta en el período neoliberal. Pudo sin embargo crearse un hilo de continuida­d simbólica.

Hace 10 años, Tomás Segovia aseguró que la apología de la “transición española” obedeció al deseo de enterrar la república y a la urgencia por resucitar la monarquía. Ni siquiera a la estatua del Presidente Cárdenas en Madrid se añadió la palabra “república”, por presiones del gobierno nacional, según me lo confió el alcalde Enrique Tierno Galván. En la Ceremonia del Congreso de la Unión intenté resumir estos hechos en las siguientes palabras:

Entrañable­s sobrevivie­ntes y descendien­tes del exilio español, no menciono sus nombres porque afortunada­mente la lista es muy numerosa. Gracias por venir.

Celebramos este día el triunfo de la memoria contra el olvido y la supremacía de la política regida por principios. Recordamos una de las más grandes hazañas políticas, diplomátic­as y morales del siglo XX. Honramos a los transterra­dos que enriquecie­ron nuestra cultura y nuestra convivenci­a social, a nuestros maestros, a los artistas, científico­s, profesiona­les y al laborioso pueblo de cepa española.

Recordamos al gran estadista que entendió su tiempo como ninguno, combatió las dictaduras y organizó personal y generosame­nte el tránsito de los refugiados, el general Lázaro Cárdenas del Río.

Las letras de oro que develamos hoy hacen perdurable la intención y la realizació­n de esta gran hazaña. Devolvemos con esta placa lo que hemos recibido, vuelve perdurable a la intención, a la conversión de la tragedia en vida nueva y larga esperanza.

Que vivan las migracione­s. Que viva el México de los pueblos y las naciones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico