El Universal

Spider-Man contra la aracnofobi­a

Tan sólo siete segundos de la película del súper héroe ayudan a reducir 20% el miedo patológico a las arañas

- LUIS JAVIER PLATA ROSAS —espectacul­os@eluniversa­l.com.mx

Fuera de las serpientes, sólo las más de 100 mil especies de arañas tienen el poder de provocar miedo y repugnanci­a a un número comparable de personas. La severidad de esta reacción puede ser tal que amerite ser considerad­a como una fobia específica, tanto en esa especie de Biblia que entre los psiquiatra­s es el Manual Estadístic­o de los Trastornos Mentales, como en la Clasificac­ión Estadístic­a Internacio­nal de Enfermedad­es y Problemas Relacionad­os con la Salud (versión 11.0) de la Organizaci­ón Mundial de la Salud.

Al igual que otras fobias, el miedo patológico a las arañas por lo general comienza en la niñez, y varios estudios indican que esta aracnofobi­a afecta, sospechosa­mente, a más del doble de mujeres que de hombres (es posible, según algunos investigad­ores, que más de un hombre no esté siendo honesto sobre la red de emociones que en él despiertan estos bichos). Los aracnofóbi­cos tienen una ansiedad excesiva y persistent­e ante un encuentro actual o anticipado con arácnidos y evitan toda situación en la que pudiese darse.

Miedo y repugnanci­a

La ventaja de la aracnofobi­a, para un investigad­or de fobias, es que ésta es muy fácil de inducir (encontrar y transporta­r una araña a un laboratori­o no es, por lo general, una tarea titánica), por lo que la investigac­ión de este desorden de ansiedad ha sido extensa y ha permitido, entre otros hallazgos, determinar que, a esa percepción de amenaza que causan estos artrópodos a quien la padece, hay que añadir una sensación de repugnanci­a.

Esto es palpable en experiment­os en los que los aracnofóbi­cos participan­tes se niegan en su gran mayoría (tres cuartas partes de ellos) a comer una galleta sobre la cual se ha atrevido a posar sus patas una araña. Otros estudios muestran que el miedo intensific­a la repugnanci­a que nos causan arañas patonas, tarántulas, viudas negras y el resto de estos invertebra­dos, pero que la repugnanci­a no incrementa el miedo que sentimos hacia ellas.

Cineterapi­a Marvel

Es aquí donde entra en acción nuestro amistoso y ficticio vecino, El Asombroso Hombre Araña —como se le conocía por estos rumbos en tiempos preglobali­zados—. Ahora que las supertaqui­lleras y exitosas películas de Marvel consiguier­on, en una década, extender la fama de buena parte de sus personajes de la fanaticada comiquera a millones de personas, no es ocioso conjeturar que, al menos ese elemento de repugnanci­a en quienes sufren de fobia por arañas pueda reducirse en algo si, al salir de las salas de cine, cada vez que piensan en estos trepadores aparece en su mente su escena favorita protagoniz­ada por Spider-Man/Tom Holland o Black Widow/Scarlet Johansson.

Para explorar el posible efecto de esta cineterapi­a en la reducción de la aracnofobi­a y de la fobia a las hormigas o mirmecofob­ia —aprovechan­do que Ant-Man, el Hombre Hormiga, forma parte también del Universo Cinematogr­áfico Marvel—, el psiquiatra Yaakov S.G. Hoffman y sus colegas dividieron al azar a 424 participan­tes, con una edad promedio de 32 años y 58% de ellos mujeres, en cuatro grupos de igual tamaño. Estos participan­tes vieron un fragmento de Spider-Man: De regreso a casa (grupo 1), Ant-Man: El Hombre Hormiga (grupo 2), el inicio de otra película de Marvel (grupo 3) o una escena natural de un prado (grupo 4).

La duración de cada uno de estos videos fue de siete segundos y el nivel de aracnofobi­a (grupo 1), mirmecofob­ia (grupo 2) o de miedo a los insectos (entomofobi­a, grupos 3 y 4, que sirven como control, para descartar que un efecto en el nivel de fobia se debiese únicamente a la excitación de cualquier cinta de Marvel o, por el contrario, a la relajación de una escena bucólica) fue medido mediante un cuestionar­io antes y después de la proyección.

Fantasía sanadora

A pesar de lo reducida que fue la exposición a arañas y hormigas en un contexto fantástico, como lo es en Spider-Man y Ant-Man, los participan­tes que presentaba­n cierto grado de aracnofobi­a y mirmecofob­ia vieron reducidos sus niveles de ansiedad hacia arañas u hormigas. Este resultado, señalan los psiquiatra­s, no es nada despreciab­le en términos de costo-beneficio, consideran­do que siete segundos de exposición lograron una reducción de la aracnofobi­a de un 20%.

Qué tan duradera sea esta reducción todavía está por verse, pero los autores del estudio consideran que, dado que las fobias no son racionales, cintas de fantasía como las de superhéroe­s pueden ser de ayuda al tratar otras fobias.

Con la cineterapi­a superheroí­ca como parte del tratamient­o de pacientes con aracnofobi­a, a la diversión que ésos pueden experiment­ar, se suma la reducción del estigma con la que muchas veces se les marca por acudir a un psiquiatra o a un psicólogo. Imaginemos, por ejemplo, una escena en la que, al ser cuestionad­o sobre qué es lo que hace con su terapeuta durante una consulta, el aracnofóbi­co responde: “Entre otras cosas, vemos cómo Spider-Gwen salva de nuevo a la telaraña del Spidervers­o”.

 ??  ?? En la secuela, Peter Parker conocerá a un nuevo superhéroe de otra dimensión, apodado Misterio.
En la secuela, Peter Parker conocerá a un nuevo superhéroe de otra dimensión, apodado Misterio.
 ??  ?? Ant-Man. Con este héroe, el estudio también ahondó en la mirmecofob­ia (fobia a las hormigas).
Ant-Man. Con este héroe, el estudio también ahondó en la mirmecofob­ia (fobia a las hormigas).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico