¿CÓMO REDUCIR SU CONSUMO?
Consume jugos con fruta licuada, no exprimida. Media taza de jugo de naranja aporta la mitad del azúcar que puedes consumir en todo un día; en cambio no hay pruebas de que el consumo de fruta (entera) tenga efectos adversos para la salud.
Disminuye al máximo el consumo de refrescos y alimentos empaquetados (ultraprocesados) y evita tenerlos en casa para no fomentar su consumo.
Revisa el contenido de azúcar y los ingredientes declarados en la etiqueta nutrimental. Considera que el azúcar (carbohidratos simples) tiene más de 60 nombres diferentes, la mayoría termina en “osa”.
Utiliza frutas de temporada para endulzar. La fibra y los nutrientes de la fruta entera evitan que la fructosa afecte tu salud.
Utiliza especias como canela, vainilla y anís. Estas se asocian con sabores dulces.
Aprovecha las redes sociales para buscar ideas de recetas sin azúcar añadida.
Ve poco a poco. Reeducar las papilas gustativas al sabor natural de los alimentos solo se logra cuando el cambio es paulatino. Comienza por reducir una cuarta parte de el consumo habitual hasta lograr eliminarla al 100%.