ESENCIA NORTEÑA EN LA CIUDAD
Nada como una tarde familiar o de amigos disfrutando una carne asada. César Pliego, integrante del grupo regio Kinky, nos comparte cómo hacerlo en la CDMX sin perder el estilo.
La cita es en un rancho a eso de las 20:00 horas. La cerveza está fría y lista para pistear, la carnita al punto para entrar al asador y los ánimos, esos están “con madre”.
César Pliego Villarreal, bajista de Kinky, define así esas noches con amigos en Monterrey. Esas que en pocas partes del mundo podrían entender; “echarse una carnita asada” se toma muy en serio: “En los ranchos empiezas a comer a las 11:00 o 12:00 de la noche, la pasas bien con la raza, y otra vez: otros cortes, papas, y así toda la noche”, detalla el músico que visita la Ciudad de México para ultimar detalles del nuevo proyecto de la banda, cuyo primer sencillo se prevé esté listo en unas semanas.
Reconoce que en la capital hacen falta más experiencias así, además de que los lugares inspirados en los gustos del norte del país no son tan comunes. Pero cada vez es más común emular la experiencia.
“La carne asada allá es una religión. En el norte es de a diario. Tengo raza que me dice: ‘Estás bien flaco y nosotros gordos’. Les respondo: ‘Bueno, es que ustedes comen lunes, martes, miércoles”, cuenta el músico entre risas, mientras degusta un corte en Gotan, un lugar argentino en el Centro Histórico.
La opción para disfrutar carne en la Ciudad de México es hacerlo justamente, en restaurantes argentinos, muchos de los cuales se surten del norte del país.
Pliego ve una similitud entre los gustos culinarios en el país sudamericano y los de Monterrey, aunque tiene una anécdota que ilustra las posibles diferencias.
“Una vez fuimos a un buffet de carnes en Argentina. Y unos vatos grandotes del staff creyeron que estaban en una carnita asada. Y no. Comieron desde la 1:00 hasta las 11:00 de la noche. Chupaban y comían. El dueño salió y les dijo: ‘Ya, abusaron, no vengan más”, recuerda entre risas.