El Universal

G7: el nuevo show de una familia disfuncion­al

Especialis­tas en geopolític­a coinciden en que el presidente de EU, Donald Trump, representa un factor de disrupción en el foro internacio­nal y afirman que para no tener un “espectácul­o vergonzoso”, como en 2018, más vale no hacerlo “enfadar”

- VÍCTOR SANCHO Correspons­al

LWashingto­n os foros internacio­nales que reúnen a líderes de distintos países son el escenario perfecto para la demostraci­ón a nivel mundial de la heterodoxi­a de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Cuando va a la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), sus discursos desatan polémicas; los encuentros con aliados de la OTAN están llenos de desplantes y faltas de protocolo.

Su reciente participac­ión en el G20 de Osaka fue un desastre y ahora, con el G7 a punto de empezar en la localidad francesa de Biarritz, se espera un nuevo espectácul­o de Trump en la esfera internacio­nal.

El G7 del año pasado en Canadá terminó en un caos espantoso. Estados Unidos llegó tarde, se fue temprano y no firmó la declaració­n conjunta. El presidente Trump se enzarzó en una batalla dialéctica subida de tono con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Se hizo icónica la imagen de todos los líderes del mundo tratando de explicar al estadounid­ense, como si fuera un niño de cinco años, algo de lo que estaban debatiendo, y circuló la versión de que Trump lanzó unos caramelos a la canciller alemana, Angela Merkel, al grito de: “Para que luego digas que no te doy nada”.

Stewart Patrick, experto en institucio­nes internacio­nales del Council

of Foreign Relations, define al G7 como “una reunión de una familia disfuncion­al”.

“Debería ser una oportunida­d para relanzar el multilater­alismo, promover la democracia y domar la globalizac­ión para asegurar que funciona para todo el mundo.

“Lo más probable es que exponga las líneas políticas, económicas e ideológica­s que amenazan la solidarida­d occidental y la cooperació­n internacio­nal”, resume el especialis­ta en un artículo reciente publicado en World Politics Review.

Fuentes del gobierno japonés aseguraron hace tiempo a medios de ese país que no se plantea un comunicado conjunto con la firma de todos los asistentes. El presidente francés, Emmanuel Macron, lo confirmó recienteme­nte: “Nos tenemos que adaptar a formatos. No habrá comunicado final, sino coalicione­s, compromiso­s y seguimient­o.

“Tenemos que asumir que en un tema u otro un miembro del club quizá no se una”. Un eufemismo diplomátic­o para decir que es probable que la heterodoxi­a estadounid­ense sea otra vez una piedra en el zapato, para que las principale­s potencias vayan todas a una.

Para los expertos de Eurasia Group, una de las mayores consultora­s de geopolític­a del mundo, la razón real es tratar de no “enfadar” a Trump y si sale algo de la reunión, serán claves muy genéricas y sin compromiso­s claros. Todo para evitar un “espectácul­o vergonzoso” como el de 2018.

La disrupción de Trump no se prevé única, puesto que esta vez no estará solo. El embrollo político en el que está inmerso Reino Unido ha colocado al trumpiano Boris Johnson como primer ministro, y británico y estadounid­ense se han intercambi­ado alabanzas y piropos de lado a lado del Atlántico.

El debut de Johnson en la arena internacio­nal es para muchos una incógnita, pero es probable que se una a la cuerda de Trump para tener una buena relación de cara a futuros tratos comerciale­s, una vez Reino Unido salga de la Unión Europea.

“Será importante observar cómo se comportan y cómo Boris [Johnson] se mueve en estos círculos”, manifiesta­n desde Eurasia Group; especialme­nte habrá que ver cómo Johnson hace malabares entre su interés por Estados Unidos y la necesidad de tener buena sintonía con los grandes de Europa (Alemania y Francia) en las presuntas vísperas de la culminació­n del Brexit.

François Heisbourg, experto sobre Europa del Internatio­nal Institute for Strategic Studies (ISSS) de Londres, cree que la combinació­n Trump-Johnson, dos personalid­ades “conocidas no precisamen­te por su autocontro­l”, aunque entretenid­as, será “nitroglice­rina política”.

Ambos líderes compartirá­n un desayuno el domingo, a solas, en lo que será una de las imágenes de la cumbre. Para muchos será la demostraci­ón de que, más que el G7, se está convirtien­do en el G5, con Estados Unidos y Reino Unido bailando a un son diferente.

“La buena relación no se ha examinado en el terreno internacio­nal”, recuerdan desde Eurasia Group. Es probable que se manifieste­n las tensiones entre Europa y Estados Unidos. Sobre la mesa no faltará el debate sobre las múltiples guerras comerciale­s iniciadas por Washington (y las negociacio­nes con la Unión Europea, además de otros bloques) y que tienen en ascuas a los mercados mundiales y el futuro dudoso del Brexit.

La cumbre tratará asuntos internacio­nales de primera plana, empezando por Siria y después con Venezuela e Irán, en especial en el último punto, donde hay grandes divergenci­as entre Estados Unidos y Europa; no se esperan grandes avances y menos tras las fricciones náuticas de las últimas semanas.

Donald Trump recuperó su idea de que Rusia regrese al club, del que fuera expulsado en 2014 por la anexión de Crimea. Parece que la disposició­n tiene más tracción ahora que hace unos meses, con Macron abierto a debatir el tema.

Por muchos eventos que se produzcan en el encuentro de este año, es probable que sólo sea recordado como el último de Merkel y el que sirvió de telonero para el de 2020, que se celebrará en Estados Unidos y, por tanto, permitirá a Trump definir la agenda.

“El G7 del próximo año será mucho más interesant­e”, asegura Patrick. Las primeras versiones apuntan a que será un encuentro de lo más trumpiano: como sede se está evaluando el resort que el presidente, anteriorme­nte magnate inmobiliar­io, tiene en Miami con su nombre en letras doradas: Trump National Doral Resort.

“Nos tenemos que adaptar a formatos. No habrá comunicado final, sino coalicione­s, compromiso­s. Tenemos que asumir que en un tema u otro un miembro del club quizá no se una” EMMANUEL MACRON Presidente de Francia

“Será importante observar cómo se comportan [el presidente Donald Trump y el premier británico] y cómo Boris [Johnson] se mueve en estos círculos” EURASIA GROUP Sobre la relación Trump-Johnson en G7

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Activistas se manifestar­on contra el G7 durante la reunión de ecologista­s que tiene lugar en la Universida­d Jaures, en Toulouse, en el suroeste de Francia, país donde se realizará este año la cumbre internacio­nal. Jean

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