El Universal

“Sueño que mi hijo vuelve a casa y yo lo abrazo”

Magdaleno Rubén desapareci­ó hace cinco años junto con otros 42 normalista­s en Iguala; su familia lo recuerda como un joven estudioso, quien luchó por superarse

- Texto y fotos: SALVADOR CISNEROS —estados@eluniversa­l.com.mx

DTlatzala, Gro. esde la desaparici­ón de Magdaleno Rubén Lauro Villegas, la noche del 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, su familia constantem­ente sueña que un día el joven entra por la puerta de su casa, cansado, sudado y sin dejar que nadie lo abrace.

Francisco Lauro y Juliana Villegas son los padres de jóvenes bien educados, una mujer, Lucero, y cuatro hombres, dos de ellos, Francisco y Raúl, concluyero­n sus estudios en la Escuela Normal Rural

Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, no así Magdaleno Rubén, desapareci­do a los 19 años, presuntame­nte, por policías municipale­s de Iguala, durante su primer año de formación.

En 2018 ingresó a esta misma escuela Jesús Antonio, de 20 años, quien sigue los pasos de sus hermanos y, afirma, continuará la búsqueda de Magdaleno.

La familia Lauro Villegas es originaria de la comunidad nahua de Tlatzala, pertenecie­nte al municipio de Tlapa, en La Montaña de Guerrero, donde las únicas opciones para sobrevivir son trabajar el campo, migrar a Estados Unidos o, como Magdaleno Rubén y sus hermanos, ir a otras ciudades para seguir estudiando.

Con todas las carencias económicas y sociales que se viven en su comunidad, el joven hizo hasta lo imposible por formarse en la escuela normal: tuvo que alejarse de su casa y estudiar el nivel medio superior en un bachillera­to donde vivió en un albergue para niños y jóvenes.

Magdaleno Rubén es el más estudioso de la familia, es callado y, según cuentan sus hermanos, no le gustan los abrazos. Sus padres lo recuerdan por tener casta de inteligent­e, ya que desde pequeño él no quería ir al kínder, sino directo a la primaria. “Mis compañeros nada más rayan y rayan, yo ya sé escribir, ya hasta tengo mis libros”, le decía orgulloso a su madre.

Los sueños que no llegan. Juliana es quien más evoca a Magdaleno cuando duerme. Una vez, explica, soñó que su hijo le decía que estaba bien, que lo tenían fuera de México y que no podía volver. En otra ocasión lo vio perdido en un cerro caudaloso, sin posibilida­d de encontrar su camino.

Sin embargo, afirma, el sueño que más la ha marcado durante estos cinco años es verlo entrar por la puerta de su casa, cansado, con su ropa destrozada, pero vivo. Ella corre a abrazarlo y él le responde que no lo haga porque está sucio. Nunca le gustaron los abrazos, enfatiza nuevamente su madre.

La mujer detalla que su hijo dejó un cofre de recuerdos que acumuló desde la secundaria en un cajón de un ropero familiar, cada uno de ellos fue otorgado a un hermano para guardar sus pocas pertenenci­as. Tras la desaparici­ón del joven, la familia prohibió abrirlo.

Sin embargo, narra, ocho meses después, rompió la promesa y decidió abrir el cajón para encontrars­e de frente con la memoria de su hijo ausente. Entre sus pertenenci­as halló una pulsera, un peluche, fotografía­s y unas cartas, de las cuales no supo el contenido, ya que no sabe leer ni escribir.

Su padre, Francisco Lauro, pocas veces lo ha soñado, pues desde aquel 26 de septiembre la depresión le ha quitado las ganas de dormir.

Pese a ello, no se ha quedado sin energía, pues es quien más participa en las actividade­s que realizan los padres y familiares de los otros 42 normalista­s desapareci­dos en el país para exigir justicia y conocer la verdad sobre el paradero de los estudiante­s.

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La familia Lauro Villegas es originaria de la comunidad nahua de Tlatzala, pertenecie­nte al municipio de Tlapa, en La Montaña de Guerrero, donde las únicas opciones para sobrevivir son trabajar el campo, migrar a Estados Unidos o ir a otras ciudades para seguir estudiando.
 ??  ?? La madre del joven desapareci­do tiene fotos y cartas de su hijo, de las cuales desconoce el contenido porque no sabe leer ni escribir.
La madre del joven desapareci­do tiene fotos y cartas de su hijo, de las cuales desconoce el contenido porque no sabe leer ni escribir.
 ??  ?? Su hermano Francisco, así como su padre y madre, recuerdan al joven como alguien estudioso y a quien no le gustan los abrazos.
Su hermano Francisco, así como su padre y madre, recuerdan al joven como alguien estudioso y a quien no le gustan los abrazos.
 ??  ?? La madre de Magdaleno, Juliana, es quien más lo ve en sueños, en los que él le dice que está bien, pero que no puede volver.
La madre de Magdaleno, Juliana, es quien más lo ve en sueños, en los que él le dice que está bien, pero que no puede volver.
 ??  ?? El abuelo materno de Magdaleno, Antonio Villegas, visita todos los días a la familia, con la esperanza de volver a ver a su nieto.
El abuelo materno de Magdaleno, Antonio Villegas, visita todos los días a la familia, con la esperanza de volver a ver a su nieto.

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