Aumenta violencia política de género
• Van 40 casos sólo de enero a septiembre; en el país creció 276%, afirma consultora
Oaxaca.— Entre enero y septiembre de 2019 suman 40 casos de violencia política por razón de género en el estado de Oaxaca, informó la titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña (SMO), Ana Vásquez Colmenares.
De los casos, detalló, 28 han iniciado un juicio para la protección de los derechos político-electorales de las ciudadanas ante el Tribunal Estatal Electoral de Oaxaca (TEEO).
A esta incidencia se suma el homicidio de Wilbert Méndez, agente Estatal de Investigaciones y esposo de la candidata a la presidencia municipal de Santiago Xanica, Aída Hernández.
Según la consultora en análisis de riesgo y manejo de crisis Etellekt, en México la violencia contra mujeres políticas creció 276% en el primer trimestre de 2019, en comparación con los primeros tres meses de 2018.
Comparativamente, en el mismo trimestre del año pasado, de los 123 ataques a políticos 102 se dirigieron a hombres, es decir 83%, y 21 a mujeres, lo que equivale a 17%.
“Pasamos de 123 a 180 hechos de violencia contra políticos, es decir, 57 ataques adicionales que afectaron en su totalidad a las mujeres que realizan actividades políticas. Así, entre ambos periodos, los casos de violencia hacia las mujeres en la política subieron de 21 a 79, alza equivalente a 276%, mientras que en los hombres disminuyeron -1%, al pasar de 102 a 101 registros”, indica.
Etellekt apunta que de las 79 mujeres que fueron objeto de hechos violentos, 68 se desempeñan actualmente como representantes y autoridades electas, mientras que en el mismo trimestre de 2018 sólo cuatro de las agredidas entraban dentro de esta categoría.
Durante su segunda reunión ordinaria, el Observatorio de Participación Política de las Mujeres de Oaxaca (OPPMO) se pronunció por el respeto a los principios de paridad y progresividad en las elecciones de municipios que se rigen por Sistemas Normativos Indígenas.
Exhortó a las asambleas comunitarias a garantizar el derecho de las mujeres a votar y ser electas en condiciones de igualdad, universalidad y libres de violencia.
Además, respetar lo establecido en la Constitución, los tratados internacionales, leyes y acuerdos emitidos por la autoridad electoral, así como a los diversos contextos socioculturales y las formas de organización comunitaria.