Qué semana...

Qué semana se vivió en el futbol mexicano! .¿Futbol Asociación?.. Terminó disociado, separado y cada quien cuidó su terruño según su conveniencia; no hubo una buena comunicación, la unión se volvió confusión y ya para rematar, el estadio Alfonso Lastras se volvió una plaza de pandilleros. Vamos por partes… La decisión de pagar cinco millones de dólares para permanecer en Primera División tiene dos aristas, deportivamente no hay justicia y financieramente devaluaron el valor de las franquicias.

Desafortunadamente el equipo que descendió fue el Veracruz, cuyo propietario es un personaje con acciones negativas en todos los aspectos y que lleva tiempo exponiendo al futbol mexicano a situaciones complicadas. Conociendo la problemática de los adeudos, la Liga les pide a los jugadores que acudan a la Comisión de Controversias y éstos se niegan seguramente porque tienen un porcentaje muy bajo de su sueldo en el contrato registrado en la Liga y que es el que toman en cuenta para dar trámite al pago; el otro porcentaje se iría a un juicio laboral, que sabemos que es largo, tedioso y costoso.

Por otro lado, la AMFpro encabezada por Álvaro Ortiz, comenzaba una estrategia para unir a todo el gremio y hacer un reclamo pacífico para apoyar a sus compañeros; no hubo asociación, no hubo comunicación y la coordinación fue un desastre, tan es así, que en el partido América vs Necaxa no hubo protesta de ningún minuto y por otro lado, los Tigres se aprovecharon de un malentendido y en lugar de tirar el balón a la banda para provocar el diálogo de los capitanes y el árbitro, anotaron dos goles y quedaron como los villanos de la Jornada, dando nota a nivel internacional.

Otra vez el Futbol Asociación no existió.

Pienso que la Asamblea de la FMF debería aprovechar este momento para ser más estricta con los socios (Garcés-Kuri); que esta Liga se vuelva impenetrable para este tipo de personajes.

Violencia en San Luis. Me constan los grandes esfuerzos que ha hecho la Liga MX (E.Bonilla-V.Guevara) para que los protocolos de seguridad en los estadios sean los adecuados; hay juntas previas en las que participa la Liga, las directivas de ambos clubes, la gente de seguridad del estadio y del municipio y en estas se analizan todas las variables para evitar cualquier situación de riesgo. En este caso la directiva de San Luis no midió y no analizó el alto riesgo del partido. Se debe comprometer más a las autoridades para el total apoyo en este tipo de cotejos; seguir los protocolos y aislar a las porras desde antes de llegar al estadio, durante el lapso del encuentro y al término de éste. Se tienen que apretar más estos puntos críticos para que el futbol siga siendo familiar.

Otros temas. Como lo decía en la columna pasada, llegó el “buen pastor” al Rebaño, renace la ilusión de los Chivahermanos.

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