Un fiel representante del Malbec argentino
Ejecutivos de la bodega Sottano visitaron México para celebrar su octavo año en el mercado mexicano
Si existe una variedad de uva que distingue a los vinos argentinos sin duda es el Malbec. Además los vinos elaborados con este varietal son también los que más exporta el país sudamericano.
“Las etiquetas argentinas se caracterizan por este tipo que tiende a ser menos afrutado, pero más versátil y fácil de maridar; busca el equilibrio y la elegancia”, comentó Sebastián Salas, gerente de la bodega Sottano.
Sebastián visitó México para celebrar la presencia de la vinícola por octavo año consecutivo en nuestro país. Un festejo muy especial organizado en conjunto con La Europea, con una cata de las distintas etiquetas en las que resaltan los tintos “Reserva 2014” y “Judas”.
El especialista destacó que los vinos de la región tienen una gran capacidad de adaptación a cualquier público, incluso al que apenas
Sebastián Salas,
se está iniciando en el mundo del vino.
“Sin duda son grandes opciones para aquellos que nunca lo han probado. Los que conforman nuestra serie ‘clásica’ son muy fáciles de tomar y disfrutar, expresan lo típico de cada una de las varietales. El Malbec tiene un paso de 10 meses por barrica, lo que le da un volumen en boca muy agradable. El Chardonnay es muy fresco, con buen nivel de acidez y una nariz muy tropical. Ambos tienen cualidades que los hacen una gran elección para la gente que apenas comienza”, explica Sebastián, no de Sottano estan al pie de los Andes. sin hacer notar que su verdadera apuesta son los vinos de gama alta.
Los mexicanos siempre han sido grandes consumidores del vino sudamericano y, a pesar de que se ha generado un gran revuelo por consumir lo local, el mercado sigue estando abierto para los proyectos de otros países.
“Hay que evitar los prejuicios. Lo más importante es que te guste y aquí siempre ha habido una gran aceptación. He probado lo que hacen, hay nacionales muy buenos, pero no tienen similitud; cada uno cuenta con sus características particulares. Se trata de etiquetas ‘sociables’ porque se pueden tomar solos. No hace falta una comida: podemos quedarnos charlando todo el día y disfrutando de una botella sin necesidad de comer; es algo que al mexicano le gusta mucho”.
La casa productora se localiza en la zona de Mendoza, privilegiada no solo por la tierra, el clima y la altura, con una producción de casi 600 mil litros al año.
“Se pueden hacer malos vinos con buena uva, pero nunca al contrario: la calidad nace de la fruta, desde el momento de trasladarla, de cuidar cada detalle del proceso”, explicó.
El próximo reto de los vinos de Argentina está en la distinción por zonas y en la denominación de origen.
“Ya empezamos a diferenciar regiones. Siempre nos hemos identificado por ser productores de tintos. Sin embargo, ahora estamos tratando de dividir los distintos tipos. Ese es el futuro de nuestras bebidas, ese es el camino a seguir ya que no tenemos ninguna limitación”, concluyó Sebastián.