Morte se embarca entre dos amores
Álvaro e Irene Arcos visitaron el país para promocionar su nueva serie
Ahora que estuvieron de visita en el país los actores Álvaro Morte e Irene Arcos aprovecharon su estancia para visitar lugares representativos de México como la casa de Frida Kahlo y las pirámides de Teotihuacán.
Los españoles le guardan cierto cariño al país pero a la vez comparten su preocupación por la violencia que se vive en diferentes ámbitos.
“Me da mucha pena que México esté sufriendo estas situaciones actuales de violencia y además porque es un país maravilloso. Pero bueno, está en su historia, la Revolución en su momento y demás; es gente que no se queda callada y se impone y eso me parece fantástico”, señala Morte en entrevista.
“Yo por supuesto condeno cualquier tipo de violencia, me gustaría pensar que debemos tener la capacidad de solucionar las cosas desde el diálogo, entiendo que hay veces que es difícil pero cuando se empieza a usar la violencia hay veces que no hay marcha atrás”, dice el actor que por primera vez estuvo en México esta semana.
Los histriones llegaron para promocionar la serie El embarcadero, que estrena el próximo 19 de noviembre a las 22:00 horas por Lifetime. Durante cuatro martes consecutivos, con dos capítulos cada día, el drama será visto en el país
Creada por Esther Martínez Lobato y Alex Pina (La casa de papel) presenta una visión sobre la poligamia en donde Morte interpreta a Oscar quien está enamorado de dos mujeres, una de ellas, su esposa, con la actriz Verónica Sánchez y la otra, su amante, creada por Irene Arcos.
En palabras de los protagonistas se trata de un tema actual y difícil de tratar, pero a la vez una charla necesaria en el espectador.
“Hoy por hoy existen otras formas de amar afortunadamente”, indica Álvaro Morte.
“Tuve que entender por qué mi personaje se veía en esta tesitura de amar a dos personas y la forma de entenderlo fue darme cuenta que era tan sencillo como ver que las quiere de una forma equivalente pero distinta porque Alejandra, su mujer, le da un universo concreto y Verónica otro distinto; él se puede desenvolver como puede entre esos dos”.