El Universal

DOS BOCAS, BAJO EL AGUA EN 2050

EXPERTOS DE LA ONU ESTIMAN QUE ESA ZONA, DONDE SE CONSTRUYE LA REFINERÍA, SUFRIRÁ INUNDACION­ES.

- LEONARDO DOMÍNGUEZ —luis.dominguez@clabsa.com.nx

La Tierra está en llamas. La emisión de gases de efecto invernader­o, que por decenios ha sido incontrola­ble, ha provocado un calentamie­nto global de 1°C. El planeta vive una etapa alarmante: los glaciares se deshielan a un ritmo mayor y esto provoca un aumento del nivel del mar; los océanos se han calentado y su productivi­dad ha menguado; mientras que los fenómenos extremos costeros son cada vez más violentos.

De acuerdo con el reciente Informe Especial sobre el Océano y la Criósfera en un Clima Cambiante, elaborado por el Grupo Interguber­namental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, si no se adoptan iniciativa­s que limiten el ritmo de emisiones de efecto invernader­o, se podría generar un colapso irreversib­le de las grandes masas de hielo, que traería como consecuenc­ia un incremento al nivel medio del mar, por lo que más de 680 millones de personas de todo el mundo, que viven en zonas costeras, estarían en riesgo.

“Tenemos suficiente evidencia científica para indicar que estamos en un punto crucial y, quizá, de inflexión sobre la estabilida­d del funcionami­ento de los diferentes sistemas climáticos. Hemos generado perturbaci­ones en la biogeoquím­ica de los océanos y en la estabilida­d de las grandes masas de hielo, son alteracion­es que no son transitori­as y que, sin lugar a dudas, se deben al grado de influencia humana”, explica el doctor Miguel Cifuentes, del Centro Agronómico Tropical de Investigac­ión y Enseñanza (Costa Rica), quien participó en el Informe.

Aunque el reporte del IPCC destaca que el aumento del nivel del mar afectará, principalm­ente, a países asiáticos como Tailandia, Indonesia, Bangladesh y China, México también deberá librar una batalla contra los estragos del cambio climático, debido a que más de 55 millones de mexicanos habitan en zonas costeras, según la última Encuesta Intercensa­l del Inegi.

“Existen dos escenarios. El menos drástico es que para 2100, incluso logrando reducir las emisiones de efecto invernader­o, la elevación del nivel del mar sea de 50 centímetro­s. Mientras el peor escenario es que la elevación pueda superar los 100 centímetro­s”, puntualiza el doctor Federico Isla, del Instituto de Investigac­iones Marinas y Costeras (Argentina), quien también colaboró en el Informe.

Los especialis­tas —ambos participar­on en el capítulo dedicado al aumento del nivel del mar e implicacio­nes para las islas y comunidade­s— coinciden en que este fenómeno no sólo provocará recurrente­s inundacion­es en poblacione­s costeras sino que también impactará de forma negativa en actividade­s económicas, pesca o turismo. Además apuntan que, en algunas regiones como el sur de México, la intrusión del mar dañaría acuíferos, fundamenta­les para almacenar reservas de agua potable.

Afectacion­es. La organizaci­ón científica Climate Central desarrolló un mapa de riesgos mundial que, para 2050, estima afectacion­es tres veces mayor a lo que preveían otros modelos habituales, destaca un estudio publicado en Nature Communicat­ions, por lo que el panorama luce aún más desalentad­or.

En el mapa se puede observar que las costas de Nayarit, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Sinaloa se verán perjudicad­as, y que Tabasco será el estado que tendrá mayores problemas, pues casi un tercio de su territorio tendrá inundacion­es, incluso el puerto de Dos Bocas, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ya comenzó la construcci­ón de una refinería.

Para la doctora Evelia Rivera, la única mexicana que participó en el Informe del IPCC, los efectos del cambio climático ya son tangibles en nuestro país: la granizada que el pasado julio azotó Guadalajar­a, y la invasión de sargazo en el Caribe. “Se han registrado eventos extremos como lluvias atípicas o sequías; cambios abruptos que producen interrupci­ones significat­ivas en sistemas naturales, en la sociedad y economía”, dice la investigad­ora de la Universida­d Autónoma de Campeche.

De acuerdo con Rivera, es importante que el gobierno federal comience a invertir en estrategia­s de resilienci­a, que pueden ir desde infraestru­ctura para evitar desastres naturales hasta la reubicació­n de poblacione­s. “Las prediccion­es de modelos que se han hecho para el Golfo de México muestran una situación adversa para Tabasco y Campeche; por ejemplo, la Isla del Carmen queda completame­nte bajo el agua, al igual que los humedales costeros de Del Carmen y Champotón. Esta pérdida de territorio no es algo menor, el gobierno debe proyectar si tenemos espacio, la capacidad institucio­nal y los recursos económicos para poder trasladar poblacione­s a tierra adentro”.

“Necesitamo­s forzosamen­te, parafrasea­ndo a Greta Thunberg, actuar como si tuviéramos la casa en llamas, consideran­do que aún tenemos tiempo para revertir este rumbo; es importante tomar medidas drásticas. México tiene al Instituto Nacional de Cambio Climático que, a nivel federal, ya ha aportado en la legislació­n y en la política misma, sin embargo los avances que se tienen a nivel estatal y municipal son muy pobres respecto a capacidad local instalada”, apunta la científica.

El caso Dos Bocas. Para 2020, el gobierno federal destinó 41 mil millones de pesos para la construcci­ón de la refinería, que constará de 17 plantas y sólo tendrá un tiempo de vida de 20 años. “El riesgo de que esta zona se inunde es alto y se debería tomar en cuenta para la construcci­ón, en un futuro esta infraestru­ctura puede ocasionar problemas para la población por las condicione­s ambientale­s”, explica Rivera.

“Muchas veces los políticos caen en la trampa de tener que aprobar rápidament­e algo en zonas donde se sabe que va a haber problemas. Aquí, en Argentina, también se han autorizado obras de barrios en zonas costeras, que son bastante contraprod­ucentes. El más grande error de los tomadores de decisiones es no hacer los estudios de impacto ambiental”, afirma Federico Isla.

“El camino al infierno está plagado de buenas intencione­s. La toma de decisiones antojadiza­s, que pueden tener algunos políticos, en papel parecen positivas, pero en realidad tienen un impacto no previsto sobre los ecosistema­s o en la estabilida­d de la sociedad. En la medida que nos eduquemos en apreciar la informació­n científica, se podrán dar pasos agigantado­s hacía una mejor gestión de recursos y un fortalecim­ientos de la sociedad ante los impactos del cambio climático”, recalca Miguel Cifuentes.

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 ??  ?? En Dos Bocas, municipio de Paraíso, Tabasco, se han registrado inundacion­es porque con la construcci­ón de la refinería se han bloqueado las salidas naturales del agua.
En Dos Bocas, municipio de Paraíso, Tabasco, se han registrado inundacion­es porque con la construcci­ón de la refinería se han bloqueado las salidas naturales del agua.
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