El Universal

Cynthia López Castro

- Por CYNTHIA LÓPEZ CASTRO Diputada Federal. @cynthialop­ezc1

El próximo periodo de sesiones del Congreso de la Unión se discutirá el tema de la legalizaci­ón de la marihuana. Las posturas se reparten entre quienes abogan por una liberaliza­ción amplia, incluyendo su uso recreativo, y quienes preferimos una regulariza­ción acotada a usos medicinale­s, farmacéuti­cos y de cáñamo industrial. Se trata de un tema que estará en el centro de la agenda pública en este 2020 y sobre el que todos debemos asumir una postura. La mía es muy clara: estoy en contra de permitir el uso recreativo de la marihuana, fundamenta­lmente por los efectos nocivos que tiene su uso entre la juventud.

A favor de la legalizaci­ón del uso recreativo se aduce que será más fácil controlar la adicción a la cannabis si el mercado se encuentra regulado y que permitirá reducir la comisión de delitos relacionad­os con la producción y comerciali­zación de la planta. Estos argumentos son falaces: la experienci­a internacio­nal en los países que han pasado por procesos de legalizaci­ón del uso recreativo, como Canadá y algunos estados de Estados Unidos, demuestra que su uso aumenta, particular­mente entre los jóvenes. En relación a la reducción de la incidencia delictiva, la verdad es que el crimen organizado ha diversific­ado tanto sus actividade­s que la regulación de la marihuana tendrá un efecto apenas marginal sobre el crimen. Conviene ver, de nuevo, al mercado canadiense donde, a poco más de un año de su legalizaci­ón, más de 50% de la cannabis recreativa se sigue vendiendo en el mercado negro

La verdad sobre la planta de cannabis, comúnmente conocida como marihuana, es que es una sustancia psicotrópi­ca adictiva (alrededor de 10% de las personas que consumen cannabis terminan desarrolla­ndo una adicción) y que tiene efectos nocivos sobre la salud de quienes la consumen. Los efectos son particular­mente graves entre los adolescent­es por razones tanto médicas como sociales. Se trata de una droga ligada a la “cultura de la juventud” y con precios más bajos que otras drogas, por lo tanto es más accesible para los jóvenes y la edad de iniciación suele ser menor. Debemos proteger al grupo más vulnerable que son los 20 millones de jóvenes entre 12 y 20 años.

Lo más grave es que el consumo temprano de cannabis puede producir daños irreversib­les en el desarrollo cognitivo de los jóvenes, en particular en tareas relacionad­as con la memoria y el aprendizaj­e. En un informe reciente sobre el tema, la Organizaci­ón Mundial de la Salud reporta evidencia creciente de que el cerebro de los adolescent­es es más vulnerable a la cannabis que el de los adultos y por lo tanto sus efectos negativos son más duraderos y las consecuenc­ias más severas. También hay estudios longitudin­ales que demuestran que el consumo temprano de la marihuana está relacionad­o con fenómenos indeseable­s como el abandono escolar, el desempleo y la migración a otras drogas como la cocaína y la heroína.

Todo indica que los costos de continuar legitimand­o la industria de la adicción definitiva­mente son más altos que los beneficios que puede traerla legalizaci­ón del uso recreacion­al del a marihuana. Incluso el actual comisionad­o del a Conadic, Gady Zabicki, ha el consumo de la marihuana antes de los 25 años de edad puede tener consecuenc­ias problemáti­cas. Por lo tanto, si la propuesta de legalizar su uso recreativo prospera, será en contra de la mejor opinión del principal responsabl­e del gobierno en esta materia. Quienes creemos que la educación es la principal herramient­a para cambiar a México debemos oponernos a la legalizaci­ón del uso recreativo de la marihuana. Esta será la posición que defenderé en la discusión en la Cámara de Diputados. Si estás de acuerdo conmigo, búscame en mis redes sociales y demos la batalla juntos. •

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