Las autoesculturas de Lidó
Aurelia Haut de Sigy, Max Lemaire y Grace Arriech.
Todo un happening social se volvió el estreno de la exhibición escultórica del artista plástico español Lidó Rico, quien investiga y emplea su propio cuerpo como herramienta para crear piezas únicas y de un realismo total que dejan con la boca abierta al espectador.
Me encontré a muchos conocidos desde la entrada y explanada exterior que rodea la excapilla de Guadalupe, hoy convertida en centro cultural por el rumbo de Parque Lira, donde se lleva a cabo la muestra en el marco de la feria de arte Zona Maco.
Desde Zipolite llegó Paty Espinosa Braniff –según me comentó- para ver la obra de Lidó, acompañada de amigas como Maca Reyes y Alina Souza; más allá también vi a Charles Lebreton con Inés, su primogénita; a Rodrigo Peñafiel con Wynda Berkovitz y varios más que saludé al intentar ver la muestra entre el gentío que acudió a verla, así como el gran montaje de Álex Lemaire.
El artista no dejó de tomarse selfies con la larga fila de sus seguidores que lo rodearon y explicó sus motivos e inspiración en la figura humana, traducida en la expresión de su rostro transformado a través de muecas, gestos y mascarones. Álex Lemaire y Lidó Rico.