Camerata Opus 11 cautiva con la 9a
Se recordó a la soprano que la estrenó en México y aquí murió
En 1824 se estrenó la novena sinfonía de Beethoven en el Teatro Kärntnertortheater de Viena; allí dos mujeres (con enorme prestigio) unieron su voz: Caroline Unger y la soprano Henriette Sontag, considerada una voz única en su época.
Años después del estreno, en 1852, Henriette viajó a México como parte de una gira de trabajo y después de cantar una ópera de Rossini, paseó por Tlalpan y cayó enferma, con señales de cólera. Murió días después.
La enterraron en el panteón de San Fernando y luego de unos años, los restos viajaron a su natal Alemania.
Esta fue una anécdota que se escuchó en el lobby del Centro Cultural Roberto Cantoral este jueves por la noche, poco antes de escuchar La novena sinfonía en re menor, op. 125, a cargo de la Camerata Opus 11.
Antes de pasar a la sala, Mario Monroy, titular de Camerata
Opus Once y director concertador, acompañado de Samuel Pascoe, director del Coro Promúsica (quien contó la anécdota) y Carlos Carbajal, director adjunto de Camerata Opus 11, se tomaron un momento para romper las barreras hacia la música clásica echando mano de historias como ésta y de datos curiosos sobre Beethoven.
Los músicos llenaron el escenario y fueron interpretando cada uno de los cuatro movimientos ante el silencio y admiración de los asistentes. Allí estaban también el expresidente de México, Felipe Calderón, y su esposa, Margarita Zavala.
Cuando concluyó el concierto, todos se pusieron de pie y aplaudieron a cada artista que había puesto el corazón y dado forma a la obra: a la soprano Lorena Flores, a la mezzosoprano Rosa Muñoz y al tenor Álvaro Aznaldo, a los integrantes del coro y a los músicos.
El pasado 16 de diciembre, se celebró el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven, autor de 343 obras. La Camerata Opus 11 es una institución especializada en la creación de espectáculos de música sinfónica, y la integran jóvenes de entre 18 y 29 años, egresados de los conservatorios más notables del país.