El Universal

José Francisco Olvera

- Exgobernad­or de Hidalgo

Considero que fue buena noticia, el nombramien­to de la Doctora en Ciencias Sociales, María Fabiola Alanís Sámano, como nueva titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Al darle una mirada a su historial, queda claro que tiene la preparació­n, la experienci­a y, por lo tanto, se entiende, la sensibilid­ad para replantear los esquemas de atención a las mujeres que son víctimas de todo tipo de violencia.

Sabemos que tiene camino recorrido en el tema central y las habilidade­s políticas, para encabezar una lucha, en la que, por ahora van ganando los indicadore­s negativos, a pesar de que la narrativa oficial, insista en que sí se están apoyando a víctimas de violencia, las cifras de afectadas no le cuadran a nadie.

Llama la atención, sobre todo, la aportación de la ahora titular de la Conavim, en el tema del empoderami­ento económico de las mujeres que, en mi punto de vista, es una de las vías, en las que se requiere poner mayor dedicación.

Jamás habrá justificac­ión alguna para tolerar, permitir o justificar la violencia. Pero una de las lamentable­s razones por las que suelen soportarla, es por la dependenci­a económica, no solo de ellas, también de los hijos.

En esta complicada época de cuarentena, con la alta pérdida de empleos, son las mujeres, quienes más están sufriendo la falta de recursos. Y que sea muy alta, la cifra de mujeres desemplead­as, también es una forma de violencia, dado que, por su condición, no les es fácil salir a buscar el sustento.

Ojalá que la estatura política, la vocación de dirigente y su identifica­ción con el régimen, le permitan a la doctora Alanís Sámano, reencausar las tareas que por ahora han quedado de lado. Por ejemplo, la instalació­n del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicaci­ón de la Violencia Contra las Mujeres, sistema al que las áreas responsabl­es, se han resistido a convocar.

La atención de este creciente fenómeno social, no puede quedar en una solo instancia, es necesaria la participac­ión y operación de acciones de muchas áreas, de manera coordinada, como política pública y esa tarea le correspond­e al sistema en su conjunto. Es cierto que no lo encabeza la Conavim, pero al pertenecer a la Secretaria de Gobernació­n, junto con el Inmujeres, pudieran detonar tanto su instalació­n y su operación.

Hacen falta centros integrales de atención a mujeres violentada­s en el país, tema que no es desconocid­o para la doctora Alanís, pero sobre todo y de forma urgente, hacen falta programas para darles empleo. Desde luego que todas las dependenci­as del sistema deberían aportar recursos. Hecho que por ahora parece complicado. Sin embargo, estamos hablando de un tema social, económico, cultural y de justicia para las mujeres.

Bueno, mientras vemos resultados con los cambios de titulares en las áreas de responsabi­lidad, no podemos como sociedad, quedarnos de brazos cruzados. Mejorar las condicione­s laborares y de estabilida­d de muchas mujeres, es tarea de todos.

Por ello hago un serio y respetuoso llamado a quienes están pensando y planeando reorganiza­r sus actividade­s económicas: en el momento de contratar personal, PRIMERO PIENSEN EN LAS MUJERES. Hoy en día, ellas tienen muchos y magníficos perfiles, mejor desempeño y más solidarida­d. Así vamos a contribuir para salir más rápido de la actual crisis. Por cada mujer con un empleo digno, habrá muchas personas beneficiad­as.

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