Telespectáculo
Las necesidades de esta época nos hacen pensar en la diferencia de ver el deporte a través de la televisión o estar dentro de un estadio, una pista o una arena. Son dos emociones distintas, con el mismo resultado.
Por ejemplo, un deporte lleno de tecnología y emociones diversas, como es la Fórmula 1, tiene dos características muy especiales. La primera es estar en un autódromo, escuchando los singulares ruidos de los motores, disfrutando del colorido alrededor del evento, la participación del público; la alianza de la mercadotecnia, con el evento mismo, es una sensación indescriptible. La segunda es que el telespectáculo te ofrece todas las bondades de una detallada información sobre la carrera, con tomas preestablecidas cubriendo posiciones y seguimiento de los pilotos, rebases espectaculares, zonas de pits, reacciones de protagonistas, jueces... Con un despliegue tecnológico amplio.
Un estadio lleno de aficionados te apasiona, pero las transmisiones generan información detallada
El futbol y su emoción al grito de gol es muy significativo, apreciando toda la panorámica de la cancha y la jugada, pero la televisión te otorga la repetición, los movimientos de atacantes y defensores, las faltas verdaderas y teatrales, así como el videoarbitraje (VAR).
¡Vamos! Un estadio lleno de aficionados te apasiona, de acuerdo, pero las transmisiones que generan información detallada, estadísticas, emociones, repeticiones, actualización, comentarios, críticas y hasta decepciones, hacen que el deporte en el estadio no sea extrañado tanto, ya que los medios de comunicación cumplen con las demandantes expectativas del aficionado que lo disfruta desde su hogar.