El Universal

Ana Laura sigue la pista de los abusadores de sus hijas

Fiscalía estatal no ha actuado, pese a que la mujer ha dado datos sobre la ubicación de los agresores

- CRÓNICA ARTURO DE DIOS PALMA Correspons­al

CUna mañana de julio, cuando Ana Laura salía del Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, su hija Fabiola de 16 años recibió una llamada. En cuanto colgó se despidió y sin dar más detalles se fue corriendo.

Minutos después sonó el celular de su otra hija, Fernanda, de 14 años. La abrazó y le dijo que tenía que irse a donde estaba su hermana. Ana Laura intentó alcanzarla, pero no pudo.

Sus dos hijas recibieron llamadas de su abuelo para verse en el centro. Les advirtió que, si no iban, las mataría. El abuelo estaba acompañado de su esposa y un hombre llamado Sergio. Con las niñas partieron a la sierra. En la casa del abuelo bebieron cervezas hasta el anochecer.

Luego, Sergio se llevó, con otros tres hombres, a Fernanda y a Fabiola a Iguala, donde abusó de la primera. “Tuve que aceptar tener relaciones sexuales porque no tenía a dónde ir; esa vez fue la primera vez que hice eso”, declaró Fernanda ante el Ministerio Público.

Al día siguiente, Sergio salió de la casa, le dejó 100 pesos y le dijo que hiciera lo que quisiera. La chica llamó a una familiar en ese municipio; le contó lo que sucedió y la acompañó a denunciar y luego se reencontró con sus padres. Sin embargo, a su hermana Fabiola se la llevó otro hombre y hasta hoy no sabe nada de ella.

La madre de las chicas, Ana Laura, está segura que su padre vendió a sus hijas. Ya levantó una denuncia ante el MP y no ha parado de buscar e investigar dónde está Fabiola.

Todos los indicios que ha hallado los ha informado al MP de la Fiscalía Especializ­ada en Materia de Desaparici­ón Forzada y Búsqueda de Personas Desapareci­das.

Como consta en las declaracio­nes ministeria­les, Ana Laura ha informado de la ubicación de Sergio, que continúa trabajando en Chilpancin­go la combi de ruta, y también la ubicación de su padre. El 11 de agosto, Ana Laura declaró ante el MP que una niña la paró para decirle que a Fabiola la tienen en una casa de citas.

Toda esta informació­n se ha quedado en papel, la fiscalía no ha implementa­do ninguna operación de búsqueda para localizar a Fabiola, y menos para detener a los culpables.

DECLARACIÓ­N DE FERNANDA AL MINISTERIO PÚBLICO “Tuve que aceptar tener relaciones sexuales [con Sergio] porque no tenía a dónde ir; esa vez fue la primera vez que hice eso”

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