“AMLO DEBE IR A WASHINGTON A DIALOGAR CON BIDEN YA”
JULIO A. MILLÁN Presidente de Consultores Internacionales y de la Sociedad Mundial del Futuro
Propone que el Presidente acuda acompañado del canciller Ebrard para trabajar agendas política y comercial. Lo que requiere México es un poder de cabildeo con verdadero activismo, lo cual no existe; “en esta materia somos unos niños”, asegura
Julio A. Millán, presidente de Consultores Internacionales y de la Sociedad Mundial del Futuro Capítulo México, señala que con el relevo presidencial en Estados Unidos “nos esperan tiempos que obligan a tener una gran unidad”, y dice que el presidente Andrés Manuel López Obrador “tiene que ir inmediatamente” a entrevistarse con su par Joe Biden; remarca: “Es el gran momento, no lo desperdiciemos”.
Argumenta que “México fracturado siempre ha perdido territorio”. La visita presidencial a Washington, propone, debe incluir el trabajo del secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, en las agendas política y económica. Se debe adoptar el cabildeo, tener, añade, “una capacidad diplomática de negociación política y comercial con verdadero activismo dentro de Estados Unidos”.
Considera que “las relaciones con el nuevo gobierno de Biden serán muy complicadas por las diferencias institucionales que se manejan; México sigue siendo un país populista y concentrador de poder, y enfocado en una relación ideológica con algunos países de América Latina”, mientras que en Washington se instala una conducción basada en el Estado de derecho, que reclamará cumplimiento cabal de acuerdos.
El combate al narcotráfico y el tema migratorio serán motivo de negociación aparte, en el campo de la seguridad nacional, y en esta materia “vamos a estar sujetos a una presión enorme”, dice.
Estados Unidos superó la crisis del Capitolio. ¿El país queda confrontado?
—Estados Unidos ha demostrado que sus instituciones han logrado controlar un embate populista. El país queda confrontado. Hay heridas muy profundas que será complicado restañar.
¿Cómo ve las posibilidades de Donald Trump de fundar un partido político?
—La probabilidad que la democracia estadounidense se fracture con un tercer partido existe mientras Trump pueda mantenerse activo. Tiene una base de seguidores muy grande. Tiene posibilidades y el dinero.
¿Qué lugar puede tener en la agenda de Joe Biden la pandemia que los azota?
—El final del mandato de Trump, único en los tiempos modernos, se combina con un problema mundial de salud, lo que lo hace mucho más complicado el momento. Neutralizar la expansión de la pandemia va a ser su objetivo central; hay una presión enorme de reabrir la economía, lo cual es un elemento de seguridad nacional ya.
¿Las relaciones México-Estados Unidos?
—Las relaciones de México con el nuevo gobierno del presidente Biden serán muy complicadas por las diferencias institucionales que se manejan. México sigue siendo un país populista y concentrador de poder, y enfocado a una relación ideológica con algunos países de América Latina.
¿Inclinados con populistas de América Latina?
—Este gobierno puede llegar a una situación de enfrentamiento, porque aquellos que no son populistas van a ver a México más populista. Se verá en un año.
¿Los temas sensibles?
—Que México garantice que los acuerdos firmados con Estados Unidos, los relacionados con el T-MEC, el proyecto de energías, de salarios, aspectos de ecología. La posición del grupo estadoundense que entra va a obligar a México a que cumpla sus compromisos en todos los términos.
¿La agenda del narcotráfico?
—Las relaciones con Estados Unidos abarcan todos los tramos de seguridad nacional, que afectan de una u otra manera la soberanía del país. El narco es parte de la seguridad nacional. Será materia de una negociación de equilibrio, del control del narcotráfico en México, y la posición relacionada con los migrantes. Va a manejarse en paralelo.
¿Pérdida de soberanía?
—Sí, vamos a estar sujetos a una presión enorme, como estamos ahora. De hecho, los acuerdos realizados y la posición que tiene el gobierno de México es de sumisión al estadounidense.
Una “guerra fría” financiera de Estados Unidos con China cómo impactaría a México...
—En ese sentido, México jugaría un papel de satélite de la economía americana. Este gobierno firmó en el T-MEC una cláusula que nos prohíbe tener un Tratado de Libre Comercio con China. Si para hacer comercio con los chinos necesitamos permiso de Estados Unidos, ¿cuál sería la posición en términos del control financiero? Estamos completamente dentro de la esfera estadounidense y quien no lo entienda, no sabrá actuar.
¿Qué recomendaría?
—Mientras que México no disponga de un proceso de cabildeo en las diferentes áreas del poder político y en el campo administrativo en Estados Unidos, las posibilidades de obtener un trato más benéfico serán muy difíciles. México es el país que menos cabildeo y relaciones personales tiene con los centros de poder en Estados Unidos, siendo el principal socio comercial y su vecino territorial.
Por absoluta miopía de gobiernos mexicanos que no saben cómo manejar la estructura política de Estados Unidos. Países muchísimo más pequeños tienen grupos de cabildeadores con el Senado, la Suprema Corte, los gobernadores, las áreas de comercio, de Cámaras, porque Estados Unidos se maneja por esa estructura de interés. Hacer cabildeo es fundamental.
Si tuviéramos como menos 50% del cabildeo que tienen Rusia, Saudiarabia, Francia, China, Japón. México no ha gastado nada en llevar a cabo ese trabajo de relaciones públicas, ninguno. Pensamos que un embajador lo hace, pero está fuera de esa posibilidad. Los cónsules no tienen cabildeadores que estén vendiendo a México. En esta materia somos unos niños.
Vamos a estar sujetos a una presión enorme [por parte de EU], como estamos ahora. Los acuerdos realizados y la posición que tiene México es de sumisión [a ese país]”
¿Qué le espera a México?
—Nos esperan tiempos que obligan a tener una gran unidad en objetivos. México fracturado siempre ha perdido territorio. Que nos vean unidos para no perder, tener una capacidad diplomática de negociación política y comercial con verdadero activismo dentro de Estados Unidos. Tiene que ir el Presidente [y] el canciller ya a trabajar la parte política y económica, de inmediato. Es el gran momento.