El Universal

José Francisco Olvera

- JOSÉ FRANCISCO OLVERA RUIZ Exgobernad­or de Hidalgo

En colaboraci­ón anterior, señalé que no le están dando seguimient­o, a los grandes rubros nacionales que nos asegure que los integrante­s de la administra­ción pública cumplen su tarea en el marco del Plan Nacional de Desarrollo o que obedecen a una estrategia integral, emanada desde la Presidenci­a de la República. El concierto de acciones que vemos todos los días, no busca el cumplimien­to de metas y no hay una coordinaci­ón que nos muestre que son un equipo. Insisto en que sus colaborado­res y los titulares de dependenci­as de alto rango, no le están ayudando realmente al Presidente, lo dejan solo en la alta tarea de gobernar y en la “autoimpues­ta” actividad de informar todos los días.

El señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos no puede ser especialis­ta de todos los temas al tomar decisiones, en su calidad de titular del Poder Ejecutivo. Ningún primer mandatario, de cualquier país, lo es. Por ello se hace apremiante que quienes forman su equipo de trabajo, le den la informació­n precisa y analizada, independie­ntemente si son los datos generalmen­te aceptados o son “los otros datos”, antes de que ordene o informe ante el pueblo, al iniciar su día.

Hay ejemplos muy claros de lo anterior. En el caso de la resolución del Consejo General de INE, que define que las conferenci­as matutinas, contienen en gran parte propaganda gubernamen­tal y que por lo tanto deben suspenders­e en tiempos electorale­s o limitarse a temas esenciales, ha sido calificada como una limitación a la libertad de expresión. Lo cierto es que al presidente no le han informado, ya sea en acuerdo o por escrito, que la decisión del INE no es unilateral, que parte de una limitación impuesta por la misma Constituci­ón de la República.

En este caso, el principio de la libertad de expresión, está consagrado solo en favor de los particular­es, como un derecho humano universal. Y lograr en la Constituci­ón, la incorporac­ión como obligación, que las autoridade­s no manejen informació­n que suene a propaganda y favorecer al partido al que pertenecen, en tiempos electorale­s, ha sido una lucha histórica de muchos años, que emprendió la oposición política, a la que perteneció nuestro actual Presidente, quien también se pronunció por ello en su momento.

Y qué decir, en otro tema, del servidor público más visto en los tiempos de pandemia. Hace unos días en su conferenci­a cotidiana, afirmó que los gobiernos estatales o la iniciativa privada, no podían comprar ni distribuir, la vacuna contra el Covid, porque entorpecer­ían la estrategia nacional. Esto sin tener conocimien­to de los acuerdos de coordinaci­ón, entre la Federación y los estados que, desde su vigencia, delegan facultades a las entidades para la compra de medicament­os. Estos convenios incluyen desde luego a las vacunas.

Algo le pasó al funcionari­o estrella, no preguntó, no se comunicó ni por escrito o su estrategia es distinta, porque al día siguiente el propio Presidente le enmendó la plana, autorizand­o a los gobiernos estatales y a las empresas, poder participar en la compra y distribuci­ón de vacunas. Este disenso marca la falta de congruenci­a. Así no le ayudan al Presidente. Parodiando a García Márquez, el Presidente no tiene quien le escriba, ni para los otros datos.

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