¿CÓMO SABER SI LO QUE SIENTO ES ANSIEDAD?
Seguramente te has sentido nervioso porque esperas una calificación final o, bien, angustiada porque sientes que el tiempo no te alcanza para todas tus tareas. Eso, hasta cierto punto, es común, pero es importante saber que este nerviosismo puede aumentar, incluso sin darnos cuenta, y convertirse en ansiedad pero, ¿cómo saber si lo que siento es ansiedad? Octavio Campos, orientador de la Coordinación de Impulso y Vida Estudiantil de la Universidad La Salle, comenta cuáles son algunas de las señales: _ No dejar de pensar en el problema Muchas veces sentimos que nuestro problema es tan grande que simplemente no dejamos de pensar en él, y esto sucede aunque no nos demos cuenta. “Puede pasar que incluso en actividades normales como salir o bañarse, no dejes de pensar en lo que te preocupa: tus exámenes finales, tus calificaciones, u otra situación que vivas en la escuela”, explicó Campos. _ Mostrarse irritables En la parte emocional, aquello que nos preocupa puede hacer que nuestro humor cambie (y no precisamente de una manera consciente) y estemos muy enojados o muy tristes, lo que modifica las acciones con nuestro entorno o con los demás. “Esto puede verse cuando ya no estoy de acuerdo con mucho de lo que me pasa, no me quiero conectar a las cosas, rechazo lo que me propongan, etcétera. A veces nos damos cuenta hasta que alguien nos indica que llegamos tarde a la clase o le contestamos mal al maestro, por ejemplo”, añadió el experto. _ Síntomas físicos Hemos mencionado ya que la ansiedad puede producir malestares como dolor de cabeza o dolor estomacal. Sin embargo, existe otro tipo de señales que nos indican que estamos pasando por un momento de ansiedad. “Pueden sudarte las manos pero también puede incrementar tu frecuencia respiratoria sin motivo aparente o sentir que te falta el aire. También está el incremento de frecuencia cardiaca, que de repente estás desayunando y comienza tu corazón latir muy rápido, aunque hay señales un poco más intensas como perder sensibilidad en las manos, esto es, sentir que se entumen las puntas de los dedos”, concluyó. Ante estos y otros casos, la recomendación general es buscar el apoyo de profesores, padres, familiares y, la atención personalizada de un especialista.