El Universal

José Carreño Carlón

-

Mayoría no equivale a dictadura. Ayer que el presidente ejercitó uno de sus desplantes retóricos favoritos y ajenos a la realidad, con su anuncio de ‘Acuerdo Nacional por la Democracia’, alcanzó un punto culminante la acumulació­n de indicios de gestación de un régimen que en cualquier parte se identifica­ría como dictadura (y vienen otros). La aprobación, ayer mismo, de la inconstitu­cional contrarref­orma de la industria eléctrica, por una aplastante mayoría fiel al Ejecutivo en la Cámara de Diputados, subraya la interesada ignorancia y la deformació­n antidemocr­ática de un presidente y su séquito que suponen que contar con mayorías en las urnas y en los cuerpos parlamenta­rios le otorga a quien las ostenta poderes excepciona­les, extraordin­arios, por encima de la Constituci­ón. Solamente en un medio tan atrasado políticame­nte y con tan arraigados impulsos autoritari­os resulta necesario aclarar que ganar una elección presidenci­al, aun con mayoría legislativ­a, no equivale a ser investido con poderes dictatoria­les. Y que jurar cumplir y hacer cumplir la Constituci­ón y las leyes incluye el juramento de cumplirlas también a la hora de cambiarlas.

El hecho podría estar marcando un punto de no retorno en el colapso de los empeños seculares de México por hacer realidad una república con auténtica separación de poderes. Porque a la ostentació­n del sometimien­to impuesto al Legislativ­o, al que el presidente le ordenó en público la aprobación, sin tocarle una coma, de su iniciativa sobre energía eléctrica, el Poder Judicial le rindió su propia cuota de autoagravi­o con su fallo de la semana pasada para autorizar otra violación constituci­onal: la que autoriza al presidente a seguir intervinie­ndo en las campañas electorale­s de este año, con descalific­aciones y llamados a no votar por la oposición.

Por si fuera poco, ayer se registró en los medios una suerte de consenso entre analistas en el sentido de que, para las acciones de inconstitu­cionalidad, las controvers­ias constituci­onales y los amparos que previsible­mente llegarán a la Suprema Corte para dirimir las violacione­s a la Constituci­ón contenidas en la iniciativa aprobada, ya se aprestan a avalar la constituci­onalidad de esta ley anticonsti­tucional los ministros bajo control de Palacio. Son los mismos que le aprobaron al presidente el aberrante referéndum para que ‘el pueblo decida’ si se investigan y persiguen probables o improbable­s delitos de servidores públicos del pasado.

Guerra a la fiscalizac­ión. Además, parecería por caer otro baluarte de la división de poderes. Su desplome liberaría al Ejecutivo de la obligación de rendir cuentas ante la Auditoría Superior de la Federación, órgano técnico de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados. Su informe de resultados del primer año del gobierno puso de relieve irregulari­dades por cientos de miles de millones de pesos, además de que puso en entredicho los ‘otros datos’ de AMLO sobre los costos reales de la cancelació­n del NAIM. Pero el presidente volvió a reivindica­r sus otros, desconocid­os datos, con su declaració­n de guerra a la fiscalizac­ión del Legislativ­o.

No rendición de cuentas. Lejos de la obligada rendición de cuentas y, en todo caso, de la aportación de pruebas para aclarar los cargos del informe, el presidente (sujeto obligado) le exigió cuentas y aclaracion­es al auditor (ente fiscalizad­or), quien, intimidado por el supremo y los medios y las redes palaciegas que ordenan su caída, concedió algunos puntos a las exigencias presidenci­ales. Lo hizo en entrevista­s de prensa que no atenúan la gravedad de los problemas de la gestión de AMLO, hecha pública por la ASF. Y en el trance volvieron los rasgos amenazante­s del poder que envía iniciativa­s intocables y se proclama intocable a la exigencia constituci­onal de rendir cuentas.

Profesor de Derecho a la Informació­n. UNAM

Se podría estar entrando en un punto de no retorno en el colapso de los empeños seculares por hacer realidad una república con auténtica separación de poderes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico