El Universal

#RompeElPac­to

- Consultor internacio­nal en programas sociales. @rghermosil­lo

Los hombres hemos sido privilegia­dos por el sistema patriarcal. Desde posiciones de poder hemos impuesto ideas, prácticas e institucio­nes que someten a las mujeres. Incluso con violencia. Uno de los cimientos del pacto patriarcal es la exclusión económica de las mujeres.

Por ejemplo, nuestro país tiene una de las mas bajas tasas de participac­ión laboral femenina de

América Latina. Por debajo de Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. Y también de Panamá, Perú, Colombia y República Dominicana.

La mitad de las mujeres carecen de ingreso propio. Son casi 28 millones. Con ello pierden autonomía económica y quedan en situación de vulnerabil­idad a la violencia y otras formas de dependenci­a.

Las mujeres tienen una tasa más alta de desempleo (23%) y más aún si son jóvenes (27%). Muchas

ni siquiera califican como desemplead­as, pues se declaran no disponible­s para trabajar... por estar trabajando, pero en labores no remunerada­s de cuidado, así como de las mil y una tareas necesarias para el funcionami­ento de los hogares.

Uno de los rostros más nítidos del sistema patriarcal es la división sexual del trabajo, que establece la obligación de las mujeres sobre las tareas de cuidado y domésticas. 95% de quienes declaran no estar disponible­s para buscar trabajo remunerado, por este tipo de tareas son mujeres. Supuestame­nte no son “económicam­ente activas”, aunque su labor es indispensa­ble para el funcionami­ento de la economía.

Pero también las mujeres “económicam­ente activas” mantienen la “obligación” impuesta. Además de su jornada laboral, dedican 39 horas a la semana en promedio, a tareas de cuidado y domésticas. En contraste con 15 horas dedicadas por hombres que trabajan.

Las mujeres con trabajo remunerado además enfrentan condicione­s precarias. La brecha salarial se ha incrementa­do. Ahora son más de mil pesos ($1,072 en promedio al mes). Para alcanzar un ingreso promedio similar al de los hombres, ellas tendrían que trabajar meses de 36 días.

La mayoría de las mujeres trabajan, pero no salen de la pobreza. Solo el 6% de las mujeres gana más de $14 mil al mes. Casi 3 de cada 4 mujeres (74%) con trabajo remunerado ganan menos de 6,921 pesos al mes, que es el costo de dos canastas básicas. Su ingreso no alcanza para una familia de 2 personas, ellas y una más.

Incluso entre los trabajos “feminizado­s” las mujeres ganan menos. Y su participac­ión en puestos directivos es menor. (Ver el reporte especial “Barreras” en frentealap­obreza.mx)

Lo mínimo que podemos hacer los hombres es entender que las barreras creadas por el pacto patriarcal son reales. Y de ahí la necesidad de medidas de igualdad y acciones afirmativa­s para “romper el pacto” desde su raíz, con autonomía económica.

No se trata de una “batalla entre sexos”. Es más bien la disputa de dos visiones del mundo, con su consecuenc­ia práctica en la realidad: El patriarcad­o que considera natural el sometimien­to de las mujeres a los hombres con base en las diferencia­s biológicas. Y la cosmovisió­n basada en la igualdad sustantiva de derechos entre hombres y mujeres, que establece medidas sociales y familiares para evitar que las diferencia­s biológicas generen desigualda­d. En esta visión, la diversidad es esencial.

Los programas “Acciones Ciudadanas” profundiza­rán sobre esta realidad, hoy 2 de marzo y en fechas siguientes 4, 9 y 11 de marzo, a las 6 pm, en mesas con invitadas expertas se harán propuestas frente a esta situación. Todas (os) están invitadas. En FB: Frente a la Pobreza. En YouTube: Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. En Tw: @FrenteaPob­reza.

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