El cierre de JP Morgan y los impuestos a los ricos
El cierre de la unidad de banca privada de JP Morgan en México es una muy mala señal para el ambiente de negocios, por lo que representa que el mayor banco de Estados Unidos renuncie a administrar los recursos de familias ricas del país, que enfrentan no sólo una mayor fiscalización del gobierno en sus cuentas, sino que se sienten expuestos a iniciativas como la que propuso el diputado de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, de “aumentar la contribución fiscal de las grandes fortunas” para ayudar a los afectados por el Covid-19.
El miércoles pasado, la agencia Bloomberg dio a conocer que el gigante estadounidense JP Morgan firmó un acuerdo con el BBVA
México para transferir sus clientes de la banca privada y patrimonial. No se conoce el monto de la operación, pero una fuente cercana comentó que significa unos mil 500 millones de dólares (cerca de 30 mil millones de pesos).
JP Morgan era uno de los bancos entre cuyos clientes se encontraban algunos empresarios con fortunas que superan 100 millones de dólares; también políticos y familias con grandes herencias. A estos clientes se les conoce como los de mayor valor patrimonial o Ultra High Net Worth.
Si bien cada institución financiera tiene su propia definición de banca privada, el grupo estadounidense era uno de los más importantes gestores de fortunas familiares en México, por lo que su decisión de salirse de este negocio ha generado preocupación entre algunos fondos privados y administradores de bancos.
JP Morgan ofreció a BBVA su negocio de banca privada luego de una serie de acercamientos y negociaciones, las cuales buscaron mantenerse en privado, pero se filtraron a los medios. En noviembre de 2019, BBVA México anunció una alianza estratégica con JP Morgan Asset Management México para asesorar uno de sus fondos de inversión, por lo que lo vieron como el socio ideal para entregarle los activos.
Empresarios y gestores de fondos de inversión consultados dijeron que, si bien todo apunta a una decisión estratégica de JP Morgan de salirse de este negocio en el país, como lo hizo el año pasado en Brasil, sí consideran que hay un trasfondo de incertidumbre y poca confianza en cómo se están tomando las decisiones políticas y económicas en el país.
El negocio de banca privada de JP Morgan México estaba a cargo de Jean Louis Arthur Madeleine Guisset desde 2017.
Un alto exfuncionario del sector financiero de la administración pasada calificó la noticia de la salida de JP Morgan del negocio de banca privada como una “pésima señal”, pues las instituciones financieras y los inversionistas suelen anticipar un mal entorno en los países donde operan y reaccionan con antelación, lo que quizá significa la salida de más intermediarios financieros extranjeros del mercado mexicano.
Este movimiento se suma a la salida de inversión financiera de México el año pasado, por cerca de 9 mil 500 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México. El flujo de recursos que emigraron del país fue casi 50% mayor al de 2019, un año que ya había registrado un éxodo de inversionistas.
El temor por el cambio de políticas, con iniciativas como la reforma al sector eléctrico, que desplazará la inversión privada, ha sido aderezada por propuestas de Morena como la de gravar con una tasa adicional de entre 2% y 3% los patrimonios superiores a 20 millones de pesos. •
El grupo era uno de los más importantes gestores de fortunas familiares en México