La potencia mecánica del Offshore
FOTOS:CORTESÍA Cristal y fondo de zafiro con tratamiento antirreflejos.
Año de transición en Audemars Piguet. Después de centrar sus esfuerzos los dos últimos en la introducción mundial del Code 11.59, y a la espera de celebrar en 2022 el medio siglo de su icónico Royal Oak, la expectación esta temporada estará centrada en la nueva generación del deportivo Offshore. La manufactura de Le Brassus ya ha anunciado para el próximo mes de septiembre la llegada de un nuevo modelo de 43 milímetros, a medio camino entre los existentes tamaños de 42 y 44.
Ya tenemos la primera de las referencias de la nueva colección. Es un modelo bastante especial. Se trata del Royal Oak Offshore Tourbillon Volante Cronógrafo Flyback Automático, un reloj tan apabullante en características como de largo nombre. Ahorramos caracteres si lo nombramos por su referencia 26622TI. En cualquier caso, estamos ante una pieza de altas prestaciones que nos recuerda el carácter pionero que tuvo Audemars en el campo de la alta relojería deportiva, protagonismo que asumieron Richard Mille o Roger Dubuis.
El 26622TI adelanta las peculiaridades más importantes de la nueva caja del Offshore. Ergonomía fue la palabra más usada por François-Henry Bennahmias durante su presentación. El Royal Oak Offshore debe ser, ante todo, un reloj cómodo. Para conseguirlo se han incorporado unos cantos más amplios en los bordes de la caja a la vez que se ha curvado tanto el bisel como el cristal de zafiro. Las curvas también aparecen en la corona y los pulsadores integrados del cronógrafo. El trabajo de diseño presenta un aspecto más armónico a la forma de la muñeca. La realización de la caja en titanio ahonda en el deseo de comodidad que la firma quiere aportar a sus modelos deportivos.
El plus de exclusividad lo aporta su movimiento. No es novedad de la manufactura: ya lo descubrimos el año pasado dentro de la colección Code 11.59. Se trata de un calibre que combina la función cronógrafo flyback con un tourbillon volante. Hasta la fecha ya conocíamos Offshore que combinaban estas dos complicaciones, aunque nunca con la disposición flyback. Además, Audemars Piguet siempre hasta ahora había apostado por tourbillones tradicionales, con puente superior de sujeción. El acabado volante del órgano regulador marca la nueva vía de trabajo que quieren en la manufactura suiza. Frente al sofisticado acabado del Code 11.59, aquí encontramos un movimiento de rotundo aspecto deportivo. Un purasangre realizado en titanio con acabado PVD negro cuya estructura viene perfilada por las inserciones de titanio en las aperturas. La alternancia de los acabados pulidos y arenados, todos ellos realizados a mano, acentúa el efecto tridimensional de la arquitectura del movimiento. No podemos pasar por alto los detalles en rojo de las agujas del cronógrafo, un modo de remarcar el carácter deportivo de la pieza.
La última gran novedad del Royal Oak Offshore Tourbillon Volante Cronógrafo Flyback Automático la encontramos en las correas. Por primera vez Audemars Piguet ha decidido incorporar las pulseras intercambiables a su colección deportiva. Las encontramos en esta edición limitada, los nuevos Diver y las veremos también en las próximas generaciones del Royal Oak. Este sistema permite que sea el propio cliente quien pueda cambiarla en su casa con una sencilla manipulación en los icónicos pernos de la caja y la hebilla de la pulsera. Una pieza muy especial.