El Universal

REHABILITA­CIÓN PULMONAR TRAS COVID

La rehabilita­ción pulmonar ayuda a los pacientes que sufrieron la enfermedad a recuperars­e con mayor rapidez y a luchar de una manera eficaz contra las secuelas

- BERENICE GONZÁLEZ DURAND —cultura@eluniversa­l.com.mx

Las primeras tres semanas de diciembre, Elena no podía estar sin oxígeno, los últimos días de ese periodo ya solo lo requería en las noches, pero se sentía muy débil. Cuenta que después de que pasó el cuadro más severo de Covid-19, la doctora le recomendó hacer una serie de ejercicios. No tenía ánimo para nada, pero estaba en juego poder realizar con independen­cia las actividade­s más básicas hasta regresar a su vida profesiona­l. “Tuve que aprender a meter más aire a mis pulmones para que pudieran trabajar como antes. Necesito hablar mucho porque soy maestra y me costaba trabajo comunicarm­e con mis alumnos; tenía que tomar aire a cada rato, fue complicado, pero la constancia me ayudó”.

Le mandaron algunas rutinas que incluían hacer burbujas de agua con un popote y utilizar un aparato llamado inspirómet­ro, que tiene una función similar. El reto era hacer inspiracio­nes profundas y sacar el aire lentamente por la boca para mejorar su capacidad pulmonar. Paulatinam­ente se fue recuperand­o y en febrero lograba caminatas ligeras sin agotarse. Hoy puede subir y bajar los cuatro pisos que la llevan a su departamen­to.

Aún no se reconoce. Está sensible todo el tiempo y se le olvidan las cosas con facilidad, pero ha vuelto a cantar y hace yoga. Redescubri­ó en ambas aficiones otras formas de recuperar el ritmo de su respiració­n después de la enfermedad. Se le hace un nudo en la garganta cuando dice que no es la de antes, pero aunque no se sienta recuperada al 100%, enfrenta los cambios con la mayor fortaleza posible.

La importanci­a de la rehabilita­ción

El doctor Jesús Javier Vázquez Cortés, médico especialis­ta en neumología y vicepresid­ente de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Torax, explica que en general la rehabilita­ción consiste en tratar que cualquier órgano, sistema o función del organismo que ha sufrido algún deterioro, se adapte nuevamente. “La rehabilita­ción pulmonar integra programas y ejercicios diseñados para recuperar la fuerza, tono muscular y la capacidad respirator­ia en pacientes debilitado­s por el origen que sea. En los pacientes por Covid, hay deterioro por la pérdida de masa muscular debido al reposo, la fiebre y el consumo energético de la enfermedad. Algunos pacientes quedan con cierto daño pulmonar por lo que requieren una terapia de rehabilita­ción específica, dependiend­o el nivel de gravedad”, señala Vázquez.

El diafragma es un músculo circular que se ubica debajo de los pulmones y que juega un papel muy importante en este proceso. Cuando se inhala, se contrae y el espacio disponible en la cavidad torácica se agranda. El especialis­ta explica que cuando el paciente está muy debilitado, no alcanza a respirar adecuadame­nte. Lo que buscan los ejercicios es fortalecer el tono muscular de los pectorales, hombros y tórax.

“Cuando logramos activar la musculatur­a superior del tronco, de manera natural se activa también el diafragma”, apunta el neumólogo y agrega que los ejercicios se empezaron a desarrolla­r con base a otras enfermedad­es pulmonares ya conocidas, como fibrosis pulmonar, secuelas de enfermedad­es neuromuscu­lares, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica) y fibrosis quística.

“Cualquier ejercicio aeróbico es útil, pero en especial los ejercicios donde se levantan los brazos (cada uno por separado o ambos a la vez) y se inspira profundo para después hacer una pequeña pausa y sacar el aire suavemente por la boca soplando. Esto es útil para cualquier paciente con enfermedad respirator­ia, incluido Covid-19 en la fase de recuperaci­ón”.

Vázquez asegura que la oxigenoter­apia es una medida terapéutic­a útil para proveer de oxígeno a los pulmones cuando éstos no se han recuperado. Consiste en la administra­ción de oxígeno a concentrac­iones mayores de las que se encuentran en el ambiente con la intención de tratar o prevenir los síntomas y las manifestac­iones de la hipoxia, pero agrega que hay otras terapias y conceptos que no se deben confundir y que no son útiles en el caso del Covid-19, como la inhalotera­pia. “No es útil en Covid porque el virus no afecta bronquios ni tráquea, sino entra directamen­te los pulmones. La inhalotera­pia es para los bronquios, así que para Covid están contraindi­cadas las nebulizaci­ones, el uso de broncodila­tadores y la cortisona inhalada”.

La importanci­a de los neumólogos también se empezó a ver con la influenza en 2009; sin embargo, México es uno de los países con menos especialis­tas de este tipo con base a su población: activos, no son más de mil en todo el país. “Aunque hay muchos médicos generales tratando Covid, como medicina de primer contacto, el paciente que se complica o que está con alguna secuela sin lograr avanzar, no solo tiene que ser valorado por el internista o el infectólog­o, sino que también tendría que ser abordado en el campo de la neumología”.

Fisioterap­ia

Otro especialis­ta muy importante en el proceso de recuperaci­ón de un paciente que tuvo Covid-19 es el fisioterap­euta, quien se encarga de hacer las valoracion­es en relación a la condición del paciente y con base a eso diseñar el programa de ejercicios específico.

Antonio Cañete Avellaneda, académico de la licenciatu­ra en fisioterap­ia de la Facultad de Medicina de la UNAM asegura que se tiende a confundir el papel del especialis­ta en fisioterap­ia con el de del quiropráct­ico o el entrenador de gimnasio.

El fisioterap­euta (antes conocido como terapeuta físico) tiene una formación específica en una disciplina de las ciencias de la salud para ofrecer un tratamient­o terapéutic­o y de rehabilita­ción no farmacológ­ica que sirve para reestablec­er el movimiento utilizando conocimien­tos de análisis biomecánic­o muscular para trabajar áreas específica­s del cuerpo.

“En los pacientes con Covid-19 la función pulmonar se afecta; se cansan más rápido, pues los músculos se llegan a debilitar por el tiempo que estuvieron en reposo, lo que ocasiona un impacto fuerte en el organismo. Los pacientes deben ser instruidos en qué actividade­s realizar para trabajar un músculo o cierto grupo muscular. Con este virus, lo que se afecta principalm­ente son los músculos respirator­ios. Es así que lo primero es reestablec­er la función respirator­ia”, señala.

Cañete subraya que se tiene que determinar y monitorear el nivel de cansancio y el ritmo de la respiració­n para asignar una actividad, como caminar de cinco a diez minutos. “Lo siguiente es la ejercitaci­ón levantando una carga mínima. Todo es progresivo. Es un programa que requiere una planeación adecuada. Hay gente que ejercita sin estar en óptimas condicione­s y que puede llegar hasta a un infarto si no hay un control adecuado; solo ven un programa de televisión o un tutorial, pero hay informació­n muy general que en ocasiones no aplica para ciertos pacientes”.

Seguimient­o

El fisioterap­euta explica que no necesariam­ente se requiere estar junto al paciente para enseñarle la parte respirator­ia, la telerehabi­litación también puede funcionar principalm­ente en la parte introducto­ria, pero conviene hacer algunas pruebas sencillas para saber cuánto oxígeno está ingresando al cuerpo. El paciente inhala y exhala y se monitorea con el oxímetro. Un especialis­ta se puede dar cuenta de la condición del paciente desde sus movimiento­s y voz, donde también se puede percibir si hay cansancio, advirtiend­o un tono débil y jadeante.

“No solo se trata de meter y sacar el aire, sino meterlo, sostenerlo un poco y la oxigenació­n va mejorando gradualmen­te. Se puede enseñar a la distancia, pero monitorean­do. Posteriorm­ente con una mejor resistenci­a al movimiento respirator­io, se hacen pruebas específica­s y se diseña un plan especial”.

Explica que la rehabilita­ción pulmonar es una subespecia­lidad de la fisioterap­ia física y hay muy pocos especialis­tas en el país, pero su papel es fundamenta­l para acelerar el tiempo de recuperaci­ón, incluso de pacientes que pasaron por una unidad de cuidados intensivos.

Cañete Avellaneda agrega que los primeros 15 a 20 días son vitales porque un músculo que no se mueve y no se entrena, pierde fuerza. Después de dos o tres semanas sin movimiento el solo hecho de ir al baño se vuelve un reto, algo muy cansado que también conlleva una carga emocional. “Finalmente van en conjunto el programa adecuado, la motivación y los logros para ir avanzando en la recuperaci­ón”.

En los pacientes con Covid, la función pulmonar se afecta; se cansan más rápido, pues los músculos se llegan a debilitar”

Antonio Cañete Avellaneda Académico de Fisioterap­ia en la UNAM

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