“EN MÉXICO HAY ENTRONIZAMIENTO DE UN RÉGIMEN AUTOCRÁTICO”
IGNACIO MORALES LECHUGA Exprocurador General de la República
Ignacio Morales Lechuga, exprocurador General de la República, advierte del “entronizamiento de un régimen autocrático” en México, que trata de hacer leyes a la medida de una persona.
En entrevista con EL UNIVERSAL, subraya que durante el gobierno de la 4T se han impulsado varios intentos para prorrogar mandatos, el más reciente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Respecto a este tema, alerta sobre el “riesgo de que sea una ruptura constitucional”.
Considera que si los ministros avalan extender la presidencia de Arturo Zaldívar en la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal se “completará la debacle de una república democrática”.
El exprocurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga, advierte de la “entronización de un régimen autocrático” en México, que trata de hacer leyes a la medida de una persona.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el abogado y político afirma que durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ya son varios intentos de modificar la ley para prorrogar mandatos, el último caso es el del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, lo que, dice, parece ser ya una norma en la 4T.
Morales Lechuga considera que si los ministros avalan que Zaldívar permanezca dos años más como presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), se “completará la debacle de una República democrática”.
“Corremos peligro, por supuesto, yo creo que estamos a tiempo de rectificar y evitar que esa debacle ocurra”, sentencia.
Y añade: “Ya lo intentaron con el caso [Jaime] Bonilla en donde el propio gobierno federal, en una reunión a través de la secretaria de Gobernación, prácticamente brindó su apoyo a esa prórroga de mandato, lo hizo en privado pero lo hizo. Está otra de la Corte, ya nomás faltaría una tercera que fuera la del propio Presidente de la República y no está, a mi juicio, ajeno a este pensamiento porque él ha dicho en dos ocasiones que terminará su mandato, si Dios se lo permite, en 2024 y si el pueblo lo deja, que es una frase altamente peligrosa que puede encerrar un deseo interno de prolongación de su estancia en Palacio Nacional”.
¿Qué ordenamientos legales se violan con la ampliación de mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
—En primer lugar el mandato del artículo 97 de la Constitución es muy claro, cuando limita el ejercicio del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a cuatro años, ni un minuto más de los cuatro años, es contundente, esa es la primera violación a mi juicio.
La segunda sería la prohibición de reelegirse, y una tercera que no ha sido advertida es que la función electiva de presidente de la SCJN les corresponde a los ministros de la Suprema Corte, no al Poder Legislativo y en este caso el Poder Legislativo está suplantando, violando la Constitución, a los ministros de la Corte.
De concretarse en la SCJN la ampliación del periodo del ministro Arturo Zaldívar, ¿puede ser el camino que complete la debacle de una República democrática?
—Por supuesto, porque ya lo intentaron con el caso [Jaime] Bonilla en donde el propio gobierno federal, en una reunión, a través de la secretaria de Gobernación, prácticamente brindó su apoyo a esa prórroga de mandato, lo hizo en privado pero lo hizo.
Está otra de la Corte, ya nomás faltaría una tercera que fuera la del propio Presidente de la República y no está, a mi juicio, ajeno a este pensamiento porque él ha dicho en dos ocasiones que terminará su mandato si Dios se lo permite en 2024 y si el pueblo lo deja, que es una frase altamente peligrosa que puede encerrar un deseo interno de prolongación de su estancia en Palacio Nacional.
¿Ve ya una ruptura constitucional por la llamada Ley Zaldívar o se está a punto de que eso ocurra?
—Como decía el ministro Juventino Castro, la Constitución no es un referente, no, ahí está inmerso nuestro proyecto de nación, es el límite a las arbitrariedades, es el control fundamental de los órganos de gobierno y del Estado mexicano, es la ruta y el camino por donde nosotros debemos guiarnos. No es una reja, es propósito y camino de vida en el que tenemos que adaptar todos nuestra circunstancia, nuestro trabajo, nuestras acciones. Veo un riesgo de que se dé una ruptura constitucional, sobre todo cuando un Presidente declara que el amparo es un sabotaje legal a sus problemas.
¿Ante qué estamos cuando el Ejecutivo federal dice que sólo un hombre, en este caso el ministro Zaldívar, puede implementar la reforma judicial aprobada?
—Ante la negativa de la existencia de las instituciones constitucionales, porque es en las instituciones donde descansan las funciones no en los hombres, no hay un solo hombre, esa es una idea caudillista más cercana del fascismo, de los regímenes autocráticos que de las democracias republicanas.
El Presidente dijo que los ministros que no voten a favor del transitorio 13, están a favor de la corrupción. ¿Cómo considera este punto de vista?
—Están a favor de la Constitución. Los que estén en contradicción con las opiniones del Presidente no pueden ser traidores a la patria, son apegados a la legalidad y a la constitucionalidad. En todo caso, la traición a la patria la dan los que violan la Constitución y no sólo ciudadanos, en este caso empeñados en que se cumpla con el texto constitucional los que la están violando.
Es en todo caso, el Congreso sumiso, obediente a los dictados del poder. Yo creo que en ese sentido nuestra posición, y de muchos mexicanos, es perfectamente clara y no es tampoco una acción antipresidencial, más bien son llamados angustiosos, a veces, de que se cumpla con el ordenamiento constitucional porque su cumplimiento inspira confianza a la población.
Una vez que se impugne la reforma judicial, ¿cómo espera que se dé el debate en la Suprema Corte y la votación de los ministros?
—No tengo duda de la honradez intelectual, personal y de la honestidad de los ministros, estoy seguro que se guiarán por su conciencia, su apego a la Constitución. En ese sentido, yo tengo hoy una confianza no diría superlativa, realista.
¿Cree que en algún momento se debió haber dejado en claro que la ampliación del mandato del titular de la SCJN viola la Constitución?
—Yo creo que ellos lo han dejado en claro con el caso de Jaime Bonilla, pues el ministro Arturo Zaldívar dijo que la Constitución no es de cumplimiento optativo, pero ahí está el artículo 97 constitucional y que la cumpla.
No hay vuelta de hoja, él mismo dijo que la acción de prorrogar el mandato era un fraude a la ley, es decir, valerse de una norma permisiva para violar una prohibitiva, pues eso es lo que están haciendo. Valerse de una ley permisiva para violar una de más rango que es la Constitución, que es la prohibitiva y que prohíbe reelegirse o permanecer un día más después de los cuatro años.
¿Considera que se está haciendo algún experimento para beneficiar a alguien?
—Eso es lo que da lugar al pensamiento de que atrás de esa tentativa se habla de 2024.
¿Se trata de una situación que pudiera presentarse que
—Efectivamente, porque, por otro lado, dejan a veces llegar las cosas al extremo. Para qué dejan que sigan dos personas [Félix Salgado y Raúl Morón] que violaron las leyes electorales e incluso los alientan hasta que finalmente el Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral los detienen y ahora pareciera que quieren anular al TEPJF y al INE, es decir, se trata de hacer leyes a la medida de las necesidades de una persona, porque eso no es ley, eso es el entronizamiento de un régimen autocrático, porque pareciera que eso es lo que buscan hacer, en el caso del Fondo de Cultura Económica modificaron la ley para que una persona fuera el director general.
Las leyes son abstractas, impersonales, generales y de beneficio para toda la ciudadanía, no se puede hablar de hacer leyes para una persona.
¿Considera que ya es norma en la Cuarta Transformación hacer leyes para acomodarlas a una sola persona?
—Son los hechos, ahí están, no los estoy inventando yo ni atribuyéndoselos, ellos han dejado las huellas en el camino que han recorrido, ahí están las huellas nada más que las veamos, eso es todo.
¿Cómo califica los ataques del Presidente de México al Poder Judicial de la Federación, está debilitado?
—Yo creo que no, hay agresiones que agradan y agradecimientos que agreden, en esa balanza ponga las expresiones. La justicia sólo se puede buscar a través de la ley, el gobierno no puede salirse de la ley para buscar la justicia, el gobierno tiene siempre como limitante el marco jurídico. El único camino válido para que el Estado logre la justicia, es la ley, es lo que tiene que hacer.
¿Cómo ve el panorama en la SCJN una vez que se interponga la acción de inconstitucionalidad contra la reforma judicial?
—No sé cuándo vaya a llegar la acción de inconstitucionalidad, sé que hay mucha indignación de los colegios de abogados, escuelas, academias, he platicado con muchos, por supuesto. No sé cuál vaya a ser el resultado, pero tengo confianza en los ministros de la Corte, pero como mexicano sí me preocupan los rumbos que el país tome. La destrucción institucional, sin ser sustituida más que por la voluntad de un solo hombre es peligrosa para una democracia incipiente y todavía frágil como es la de México.
Corremos peligro [de una debacle de una República democrática], por supuesto, yo creo que estamos a tiempo de rectificar y evitar que esa debacle ocurra”
¿México está ante la disyuntiva de irse por el camino democrático o por el autoritario, como dijo el diputado Porfirio Muñoz Ledo?
—Siempre existen esos dos caminos y desde 1910 para acá, yo creo que todos crecimos con una vocación democrática, republicana y federalista. Los intentos centralizadores o de acumulación de poder en una sola persona, siempre serán rechazados porque no convienen al rumbo de una nación de 126 millones de habitantes y porque en el ADN traemos la posición contraria a esa actitud.
¿Puede ser el camino que complete la debacle de una República democrática, si se aprueba la ampliación de mandato en la Corte?
—Sí, corremos peligro por supuesto, yo creo que estamos a tiempo de rectificar y de evitar que esa debacle ocurra.