El revire judicial por derrumbe en Línea 12 va contra Mancera y Sheinbaum
Por su presunta responsabilidad en el derrumbe de la Línea 12 del Metro, hoy serán denunciados ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México el exjefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, los exdirectores del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Jorge Gaviño Ambriz, Jorge Javier Jiménez Alcaraz y Florencia Serranía Soto; así como los actuales secretarios de Gestión Integral de Riesgos y Obras y Servicios del gobierno capitalino, Myriam Urzúa Venegas y José Antonio Esteva Benítez, respectivamente.
La denuncia que presentará el abogado Gabriel Regino, defensor de cinco de los diez imputados por la fiscalía capitalina el lunes pasado tras señalar que el colapso de un tramo del viaducto elevado de la también llamada Línea Dorada se debió a fallas de origen en su diseño y construcción a cargo del gobierno de Marcelo Ebrard, acusa –por el contrario– que fue consecuencia de graves omisiones de mantenimiento de los gobiernos de Mancera y Claudia Sheinbaum, no obstante que fueron advertidos con suficiente antelación de que se corría un grave riesgo de derrumbe.
Parece inevitable, como se aprecia, que el proceso penal que determinará las causas y responsabilidades del derrumbe que causó la muerte de 26 personas y lesionó a otras 98 la noche del tres de mayo pasado, sea contaminado por intereses políticos en colisión: los del hoy canciller Marcelo Ebrard con quien fuera su sucesor y archienemigo en el gobierno capitalino (Mancera) y con la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, en medio del adelantadísimo proceso sucesorio destapado por el propio AMLO.
Serán dos las denuncias que Regino presente como parte de la estrategia de defensa de los acusados, ya que se refieren a funcionarios de dos gobiernos distintos.
En la primera recuerda que el diagnóstico de SYSTRA tras la suspensión del servicio en once estaciones ordenada el 11 de marzo de 2014 por el gobierno de Mancera, “no encontró anomalías relacionadas con la obra civil”, pero advertía que las reparaciones a realizar “no (debían) sobrecargar las zonas en viaducto”.
No obstante que SYSTRA especificó medidas, pesos y dimensiones de los materiales a utilizar, se eligieron y usaron otros que “sobrecargaron el peso de la estructura, principalmente del viaducto elevado”.
Posteriormente, el 19 de septiembre de 2017, se registró un fuerte sismo en la Ciudad de México. Casi dos meses después, el 12 de noviembre de ese mismo año, el gobierno de Mancera recibió del despacho “Colinas de Buen” un reporte especializado con la alerta específica de que obras deficientes de rehabilitación realizadas en la Línea 12, la ponían en grave riesgo de derrumbe, incluyendo el tramo comprendido entre las columnas 12 y 13, donde las trabes –se aseguraba– llegaron a “colgarse” hasta 42 centímetros.
La otra denuncia atribuye omisiones en el mantenimiento de la Línea 12 a Florencia Serranía, quien fuera directora del Metro ya en el gobierno de Sheinbaum, pero también a su secretario de Obras y Servicios, José Antonio Esteva Benítez y a su secretaria de Gestión Integral y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas.
Fundamenta su señalamiento en materiales videográficos analizados para la elaboración de la causa-raíz del desplome por la empresa DNV. Refiere una secuencia de imágenes obtenidas mediante drones en diciembre de 2019 que ya mostraban “una deflexión descendente significativa”, desplazamiento mucho más grande que el observado en otros tramos que fue del conocimiento de las autoridades y que no fue debidamente atendido.
Parece inevitable que el proceso penal sea contaminado por intereses políticos.