Sheinbaum también es la corcholata favorita del FCE
::::: El tan anunciado programa “Ciudad lectora”, que el lunes presentó la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, más que ser una nueva estrategia es un programa que cambia de manos —aunque aún aparece entre las acciones de la Secretaría de Educación que encabeza Rosaura Ruiz, y cuya meta era que los capitalinos leyeran “el promedio de 7.9 libros leídos por año para 2018, lo que UNESCO establece como mínimo para ser considerada Ciudad Emergente de Lectura en América Latina”—. Ahora está en manos más enjundiosas: las de la secretaria de Cultura de la ciudad, pero sobre todo en las del director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, que tendrá tareas como poner motolibrerías y bicilibrerías, y editar para distribución gratuita 40 mil ejemplares de la coleccioncita “Vientitos del pueblo” para los que Sheimbaum dará 5 mdp; y otras manos enjundiosas son las de la Brigada para Leer en Libertad, que ya se reinstaló al frente de la FIL Zócalo y que se extenderá a los nuevos “parques de la periferia”, dijo Paloma Sáiz, impulsora de la Brigada, directora del encuentro y pareja de Taibo II.