Canes fuera de serie
Expertos nos hablan sobre los perros vigilantes o de rescate, los cuales son preparados y protegidos para enfrentar complejos escenarios
El adiestramiento policial o de rescate es un proceso intenso para los canes, además de que no todos los perros, independientemente de las razas, poseen la facultad de conformar un binomio con el ser humano que se dedique a la fuerza pública, la milicia o el rescate en caso de un desastre natural.
Sin embargo, aquellos animales que cuentan con la capacidad física y temperamental, y que son adiestrados para tales actividades, pueden hacer sus tareas de manera extraordinaria, como es el caso de Frida (labrador); Ecko y Evil (pastores belgas), pertenecientes al cuerpo de la Marina; Geri (pastor alemán) de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y Chichi, del entrenador Luis Campos, los cuales utilizaron sus capacidades para buscar a personas bajo los escombros tras el sismo de 2017.
Al respecto, Ignacio Baca Torres, presidente de la Comisión de Blindaje Corporal del Consejo Nacional de la Industria de la Balística, señala que las unidades policiacas, militares, de guardia y protección, y de seguridad privada se apoyan en compañeros caninos para ayuda y rescate en muchas misiones. Y, al igual que a los humanos, se les protege con un equipo especial que les permite llevar a cabo su labor con el menor riesgo posible.
ADIESTRAMIENTO Y PREPARACIÓN
Para que un perro sea capaz de desempeñar labores de seguridad, búsqueda, investigación o rastreo, necesita pasar por muchas pruebas y, posteriormente, es adiestrado para ser capaz de realizar dichas actividades.
“Lo fundamental es el adiestramiento del animal. Podríamos hablar de razas, pero que un can sea de cierta raza no significa que ya nació como perro policía o cazador, que va a funcionar para cierta tarea de vigilancia, ayuda o rescate. Eso dependerá de las capacidades que tenga”, enfatiza Ignacio Baca.
No obstante, afirma que hay canes de ciertas razas que, por lo general, se emplean para tareas de orden público, como es el pastor alemán, el rottweiler, el dóberman y el pastor belga. Aunque no quiere decir que todos ejemplares de estas razas sirvan para dichas funciones.
“El can necesita pasar por un proceso de educación y adiestramiento. Pero, primero, tiene que ser sometido a pruebas de estrés para conocer su capacidad y temple para reaccionar; y pruebas de olfato y de oído. Así se van calificando, más allá de la raza. Una vez que pasó estos exámenes, se le adiestra para que pueda responder ante las situaciones que se le presentarán”, comenta Baca Torres.
Otro aspecto para que los cuadrúpedos efectúen su labor, al igual que ocurre con los seres humanos, es que estén protegidos con un blindaje corporal para que, en caso de entrar en acción, no salgan lastimados.
“Al perro policía se le coloca un chaleco antibalas, porque tanto el policía va a afrontar una situación de riesgo, como su compañero canino. Por esa razón, debe llevar una protección. El chaleco para el can es muy similar al que lleva su compañero humano”, detalla.
Por otra parte, el directivo de la Comisión de Blindaje Corporal apunta que, para el rastreo de personas (como recientemente sucedió ante el desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, en el Estado de México) se echa mano de ejemplares como el pastor alemán, el cual apoya perfectamente en este tipo de situaciones.
También son muy valiosas las aportaciones del pastor holandés, del foxhound y del labrador retriever, que es un animal que, por naturaleza, es muy obediente.
LA LLEGADA DE LOS PERROS RESCATISTAS A MÉXICO
El experto dice que, luego del terremoto del 85, los franceses donaron a México perros beauceron, los cuales ostentan una gran capacidad auditiva y olfativa, lo que los hace excelentes rastreadores. Por ello, se usan mucho para buscar personas en desastres naturales.
“El beauceron es un perro impresionante. En nuestro país hay muy pocos. De hecho, ahora han comenzado a traerlos más porque en Francia ya comenzó a haber una degeneración en el animal por la cruza, pero es un magnífico rastreador”, puntualiza.
Ignacio Baca explica que, para este propósito, los perros de rescate son equipados con un arnés, botas para que no se lastimen al trepar, además de gafas y orejeras.
“Es increíble la simbiosis que se crea entre el hombre y el animal cuando trabajan en pareja, tanto en la guardia y protección como en la búsqueda y rescate. El canino es un compañero de sangre, pero también es un amigo, pues es un ser fiel y capaz”, subraya.
Para una mascota normal, precisa, sería muy exagerado que alguien proteja a su animal con este tipo de chalecos. Si no es un perro capacitado o preparado, no lo necesita, solo le va a estorbar. En cambio, si el animal es para el resguardo de alguna propiedad, tiene esa función y ese temple, lo que se debe hacer es prepararlo, capacitarlo y, entonces, equiparlo, siempre y cuando se considere que puede estar ante un escenario que lo ponga en peligro.
LA UNAM TIENE SU PROPIO EQUIPO RASTREADOR
Antes del terremoto de 1985, en México no existía la preparación para perros de rescate. Pero, ante el éxito que tuvieron los canes traídos de otros países para la búsqueda de personas, fue que instituciones como la UNAM pusieron atención en este punto. En 1987, estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia formaron el primer grupo canino de búsqueda y Rescate en la República.
“El programa de manejadores de perros de búsqueda y rescate de la UNAM está integrado por más de 18 perros de diversas razas, que van desde labrador, pastor belga, mestizos y hasta chihuahua”, de acuerdo con información publicada en el sitio de Fundación UNAM.
Estos animales son de casa y son sus propios dueños quienes, de manera semanal, asisten con ellos para el entrenamiento. Para ello, la Máxima Casa de Estudios hace pública una convocatoria a la comunidad universitaria para que inscriban a sus perros.