La fiesta en CU
Nos hacía falta una noche así, con una afición que gozó de una cita con una de las mejores postales que tiene la Liga MX.
En un estadio que es patrimonio de la humanidad, con una de las aficiones más enérgicas y coloridas que hay en nuestro país, se jugó la final de ida de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Ahí, el poder del balón y de uno de los clubes grandes de nuestro país nos recordó la esencia de este deporte.
Más allá del resultado, ver a los Pumas en Ciudad Universitaria es una experiencia imborrable, llena de energía y valores.
El “¡Goya!”, ese canto que no para con más de 45 mil aficionados que respetan una ideología hecha de pulmones para competir, regaló una probadita de lo que se vive en los estadios mexicanos cuando se conectan.
Ahí, la reflexión de una capital del país que ha abandonado a sus clubes. El Estadio Azteca dejó de pesar, tanto para el América como para el Cruz Azul, y hasta la Selección Mexicana.
Mucho se debe trabajar para que una ciudad con 24 millones de habitantes logre conectar con sus conjuntos.
El martes y miércoles, el estadio Alfredo Harp Helú entregó también sus mejores galas, durante la serie entre los Diablos Rojos del México y los Mariachis de Guadalajara; es cierto que el retiro de Iván Terrazas le dio a la noche del martes una magia especial y a la comunidad escarlata, pero sí es necesario que la Ciudad de México se vuelva a conectar con sus equipos, que no sólo lo que vivió el aficionado, el integrante de La Rebel, La Ultra, o el de a pie en el estadio Olímpico Universitario sean la referencia de las multitudes deportivas en la gran Tenochtitlán.
Se debe lograr, así como la banda Coldplay llenó el Foro Sol en cuatro presentaciones y la Fórmula Uno lo hace en cada edición, así como lo hace Luis Miguel en el Auditorio Nacional, o Alejandro Fernández, o la gran oferta cultural de museos, teatros o cines, que llenan sus salas para las películas de superhéroes, la gente debe volver a conectar con sus franquicias deportivas en la tercera ciudad más poblada del mundo, la cual hizo pasar una noche vibrante a la afición de los Pumas, con el primer partido de la final en la Liga de Campeones de la Concacaf.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al corazón de CU y al color único que le ponen los Pumas. •
Más allá del resultado, ver a los Pumas en Ciudad Universitaria es una experiencia imborrable, llena de energía y de valores, vivida anoche por miles de aficionados