El Universal

Ven posible dedazo en encuestas de Morena

Método para elegir a candidatos es opaco y se presta a ocultar injerencia del Presidente, dicen especialis­tas; partido está dispuesto a asumir costos ante posibles conflictos internos

- OTILIA CARVAJAL —nacion@eluniversa­l.com.mx

Especialis­tas señalaron que el método de encuesta planteado por Morena para elegir a sus candidatos es opaco, además de que permite ocultar el dedazo empleado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, coincidier­on en que el partido está dispuesto a asumir los costos por esta decisión.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Luis Carlos Ugalde, exconsejer­o presidente del entonces IFE, expuso que si Morena fuera congruente debería hacer una consulta popular o utilizar otro método en el que la ciudadanía realmente elija al candidato.

“Es una ventaja para el presidente López Obrador porque le permite tener control y discrecion­alidad sobre el procedimie­nto, y le permite esconder un mecanismo de asignación unipersona­l bajo el mantra ‘el pueblo elige’”, manifestó.

Los principale­s problemas de las encuestas, añadió, es que los resultados son opacos y derivan en conflictos internos.

“El Presidente y Morena deberían ser congruente­s con su estrategia de las consultas populares, de la revocación de mandato, donde efectivame­nte la gente va y vota. Pero curiosamen­te esa propuesta de participac­ión de la gente no se aplica en Morena, hay una contradicc­ión esencial”.

Sin embargo, subrayó que el control político que ejerce el Mandatario sobre Morena es muy potente, lo cual mitiga las rupturas internas, aunque estimó que seguirán generándos­e conflictos derivados de este método de selección.

En un evento realizado en Toluca el domingo pasado, el dirigente de Morena, Mario Delgado, anunció que mantendrán el método de encuesta para elegir las candidatur­as a las gubernatur­as del Estado de México y Coahuila en 2023, así como el abanderado presidenci­al en 2024.

El candidato será elegido mediante dos encuestas. La primera para obtener a los perfiles más destacados y la segunda, una votación entre los finalistas.

Al respecto, José Antonio Crespo, maestro en sociología política, señaló que en la mayoría de los casos se ha utilizado un dedazo como una manera de legitimarl­o por un método supuestame­nte democrátic­o.

En cuanto a las consecuenc­ias, sostuvo que Morena está dispuesta a asumir los costos de las inconformi­dades generadas.

“En muchos casos, como cuando fue nombrada Claudia Sheinbaum para la Ciudad de México y [Ricardo] Monreal también salió a protestar, pero veía uno lo que era la encuesta y los datos, y efectivame­nte se veía como manipulada”, recordó.

“En todo caso, el costo de que [los inconforme­s] se salgan, es mucho menor a que quede un candidato que yo no quiero”, enfatizó Crespo.

En el caso de la alianza Va por México, opinó que contrario a Morena, debe hallar un método para garantizar equidad en la contienda interna.

Al respecto, expuso que un grupo de organizaci­ones civiles le propuso hacer elecciones primarias, pero apuntó que el único con credibilid­ad para organizarl­o es el Instituto Nacional Electoral (INE), pero legalmente no tiene la facultad de hacerlo.

“Fuera del INE, ¿quién va a organizar eso? Además que salga bien, cuánto va a costar, que sea creíble”, planteó.

En opinión del analista Leonardo Curzio, este método si bien genera problemas, permite mantener el control político y hay más ventajas que desacierto­s.

“El Presidente puede designar al o la candidata que quiera, de las entidades federativa­s hasta la Presidenci­a, con un desgaste menor con los inconforme­s. De tal manera que no es un método perfecto, pero le sale muy barato, porque ni encuestas hacen.

“Pero visto desde otro ángulo, tiene muchos problemas que todo lo que hace es consolidar los liderazgos ya conocidos e irte más por el reconocimi­ento que por el valor o el respaldo”.

Puso de ejemplo el caso de la senadora Susana Harp, quien se inconformó con la designació­n de Salomón Jara como candidato a la gubernatur­a de Oaxaca, pero tuvo una amplia victoria.

Respecto a 2024, consideró que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernació­n, Adán Augusto López, son dos aspirantes fuertes que se alinearían con el presidente López Obrador. “La única duda es si Marcelo Ebrard, quedando excluido, aceptaría la decisión sin rechistar o jugaría la carta de irse por otro partido”. •

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