Revictimizan a familiares de desaparecido
Tras el plagio de Jesús Antonio Moyao su familia está rota, tuvo que salir huyendo
Chilpancingo.— A Jesús Antonio Moyao Guerrero lo desaparecieron la tarde del 23 de febrero de este año en la comunidad de Flor Morada, en Chilapa, Guerrero. Su ausencia ha tenido efectos expansivos: su familia está rota, tuvieron que salir huyendo para no ser atacados, son revictimizados por las autoridades y peor aún, los intimidan para que lo dejen de buscar.
De Jesús Antonio nada se sabe. Han pasado cuatro meses y ninguna autoridad lo busca. Lo único que se conoce es lo que su madre María Engracia Guerrero López ha investigado.
María Engracia ha reconstruido los últimos momentos antes de la desaparición. Recuerda que a las 16:30 horas de ese día, Jesús Antonio respondió por última vez. Le dijo que estaba bien, que estaba trabajando como lo hacía desde hace tres meses en la combi del transporte público.
Unos 40 minutos después recibió una llamada de su nuera. La mujer le contó que el patrón de Jesús Antonio le avisó que la combi estaba abandonada.
Desde que recibió la llamada, María Engracia lo llamó con insistencia hasta las 9 de la noche. Su hijo nunca contestó. Decidió presentar una denuncia ante el Ministerio Público (MP), pero estaba cerrado. Luego fue a la comandancia de la Policía Ministerial, pero ahí le dijeron que no lo tenían detenido; después recorrió hospitales, la Policía Municipal. Nada.
Al día siguiente regresó al MP. Nadie la atendió. Le dijeron que ahí no se denuncian las desapariciones, que tenía que trasladarse a Chilpancingo.
Eso hizo. En Chilpancingo presentó la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE). La atendieron, le levantaron la denuncia y eso fue todo.
Desde entonces, María Engracia es quien le acarrea información, testigos, relatos y ubicaciones a la FGE. A la mujer nada la ha detenido, fue la que ubicó a una persona que vio cómo tres hombres armados a bordo de una camioneta negra se le emparejaron a su hijo, lo bajaron de la combi y se lo llevaron. Esa mujer no ha declarado, está ilocalizable.
María Engracia enlistó las omisiones de la fiscalía: no ha realizado la reconstrucción de los hechos, no inmovilizaron la combi donde iba su hijo, tampoco han tomado la declaración de los dos testigos. La FGE emitió ocho días después la ficha de búsqueda. Lo que sí ha hecho, es intimidarlos.
Este 24 de junio se cumplen cuatro meses de la desaparición de Jesús Antonio. La familia tuvo que abandonar Chilapa para protegerse; sin embargo, María Engracia no piensa dejar de buscar a su hijo. •