El Universal

El secreto de la felicidad

Hygge es un estilo de vida que persigue el bienestar emocional a través de un hogar acogedor “Para adentrarte en este estilo de vida no debes deshacerte de lo que ya tienes, sino realizar pequeños cambios para volver más acogedor cada espacio. Por ejemplo

- CRISTIAN ARCINIEGA suplemento­sespeciale­smx@gmail.com

¿Cuándo fue la última vez que te recostaste a leer un libro sin mirar el reloj, con una manta calientita encima y una taza de chocolate humeante al lado? Para los daneses, esto es disfrutar un momento ‘hygge’. Más que una tendencia, se trata de una actitud: saborear las pequeñas cosas de la vida.

Aun cuando la palabra no tiene una traducción literal, se entiende como ‘bienestar’ o ‘acogedor’. Y no resulta extraño que el concepto provenga de Dinamarca, nación que ocupa la segunda posición dentro de los países más felices del mundo (solo detrás de Finlandia), según el World Happiness Report 2022.

“En definitiva es un estilo de vida que se extiende a esferas como la moda, la gastronomí­a, la arquitectu­ra y el diseño de interiores. El hygge se caracteriz­a por ser cero pretencios­o; al contrario, va en busca de lo sencillo y de disfrutar el día a día”, menciona el reconocido arquitecto Germán Velasco.

Llevar este concepto a los espacios del hogar es más fácil de lo que parece, solo es importante tener en cuenta su filosofía para no tomar una dirección opuesta. En un tiempo en el que el estrés, el ruido y las prisas han vuelto a apoderarse del entorno, no hay nada como gozar un momento ‘hygge’ en casa.

AGASAJO A LOS SENTIDOS

A los daneses les encanta reunirse con familiares y amigos, de ahí que sus hogares sean muy acogedores y transmitan una sensación de paz, armonía y tranquilid­ad.

Para conseguir esta atmósfera, es necesario incluir materiales provenient­es de la naturaleza, textiles que inviten al tacto, aromas que traigan recuerdos, así como una iluminació­n cálida que promueva la relajación.

Las maderas no pueden faltar como parte de la decoración, ya sea en pisos, muebles (mesas, sillas o libreros) o adornos, pues se considera el sello de las casas escandinav­as. El mobiliario puede estar fabricado con este material en su totalidad o, bien, solo unas partes, como los respaldos o las patas. Eso sí, la regla de oro es que las piezas sean sumamente cómodas.

“Es esencial incorporar tejidos naturales, así como probar combinacio­nes de texturas. Por ejemplo, se pueden mezclar puntos delgados con extragrues­os en la sala o incluir tapetes de fibras suaves. Al sillón que ya tienes, le puedes poner encima una funda holgada y acompañar con unos cojines de un tejido suave”, propone el director de Velasco Arquitecto­s.

No olvidemos que el ‘hygge’ busca agasajar todos los sentidos, incluido el tacto, por lo que las mantas de pelo, los cojines de lana con canalé o las mantas forradas con borrega resultan una buena opción para maximizar el confort dentro del hogar. Siempre que añadas algún elemento a la decoración, piensa en las personas que vas a reunir.

“Este concepto también refleja una mayor preocupaci­ón por el planeta, que se vuelve evidente a través de maderas recuperada­s u objetos elaborados por artesanos locales. Para el hygge no importan las marcas o si algo está en tendencia, el objetivo no es presumir lo que se compra”, subraya el arquitecto.

DE LA VISTA NACE EL AMOR

En muchos hogares, no se le suele dar la importanci­a debida a la iluminació­n de los espacios, pero en el ‘hygge’ adquiere un papel fundamenta­l (sobre todo porque en Dinamarca los días son muy cortos durante el invierno). Este elemento resulta clave para sentirnos a gusto dentro del hogar.

“Se debe buscar luz cálida para volver los hogares mucho más acogedores, sensación que no se consigue con la luz blanca. En este concepto, la iluminació­n debe armonizar con los demás materiales, por ejemplo, con las maderas naturales”, dice Germán Velasco.

Por nada deben faltar velas, principalm­ente sin aromas. Éstas permiten crear una atmósfera mucho más íntima durante una cena con amigos o, simplement­e, al tomar un baño de tina en compañía de una copa de vino. A falta de chimenea, las velas aportan esa calidez necesaria en los meses de otoño e invierno.

También hay que poner atención en los colores. Las tonalidade­s claras (blanco, beige, arena y grises medios) imprimen un aire hogareño a las habitacion­es, además de que resultan fáciles de combinar con algunos estampados, por ejemplo, de cuadros. También se pueden sumar algunos matices de azul o verde para evocar otros elementos de la naturaleza.

Dado que el ‘hygge’ se encamina hacia lo sencillo, hay que evitar los tonos estridente­s o colores primarios en muros, textiles y objetos decorativo­s. Un lugar acogedor es aquel en el que podemos estar durante varias horas tranquilam­ente sin que nos canse la vista o alguno de sus elementos nos incomode.

Recuerda que este estilo aboga por disfrutar los pequeños placeres de la vida: descansar serenament­e en casa, reunirte con amigos o, simplement­e, mirar por la ventana y contemplar la naturaleza, por lo que no sirve de mucho transforma­r tu hogar si pasarás de largo por las habitacion­es o te acostarás a ver el celular durante horas. Date un tiempo para relajarte y olvidarte de las preocupaci­ones del día a día. •

Encuentra tu rincón favorito de la casa y vuélvelo lo más cómodo posible, mediante un juego de cojines o una manta de tejidos suaves. Siempre que quieras desconecta­rte del estrés o los problemas, refúgiate en este espacio.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico