La restauración de la Catedral Metropolitana, a marchas forzadas
Las obras para contrarrestar los daños por terremotos y hundimientos avanzan para cumplir con lo establecido, la entrega de los trabajos el próximo 31 de diciembre
Con andamios de 60 metros de alto colocados alrededor de las torres campanario principales y también dispuestos en el conjunto Sagrario, la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, edificación histórica que data de 1573, se encuentra en proceso de restauración por afectaciones derivadas del terremoto del 19 de septiembre de 2017, además de los hundimientos diferenciales ocasionados por la inestabilidad del suelo lacustre en el que se encuentra la zona del Centro Histórico.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en las zonas intervenidas de la Catedral se constató que los trabajos avanzan a marchas forzadas por la complejidad de las obras. Arturo Balandrano Campos, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural explicó que el primer paso fue la instalación de los andamios, seguido de la protección de los bienes muebles para evitar daños por caída de material.
“La Catedral es un monumento imponente, de un altísimo valor cultural, artístico y el principal monumento religioso del país; ha tenido una historia complicada desde el inicio; desde los años 70 los hundimientos comenzaron a ser más frecuentes”, explicó.
Balandrano agregó que el proceso para reforzar la seguridad estructural del conjunto consiste en la inyección de lechada tipo I, una sustancia semilíquida para anclar las grietas y fisuras dañadas en las torres por los movimientos sísmicos, además de llevar a cabo una limpieza general del conjunto para evitar el crecimiento de la flora parásita.
Con una plantilla de 140 empleados divididos en tres turnos, las obras también avanzan en el área de bóvedas con cosidos de grietas con mampostería para detener los hundimientos diferenciales. De acuerdo con Balandrano, los avances marchan conforme al calendario establecido, por lo que se espera que las obras concluyan en la fecha indicada por la
ARTURO BALANDRANO Sitios y Monumentos “La Catedral es un monumento de altísimo valor (...) pero desde los 70 los hundimientos son más frecuentes”
Secretaría de Cultura federal, el 31 de diciembre próximo.
En el recorrido entre andamios que rodean el conjunto catedralicio, también se registró que el conjunto escultórico de Manuel Tolsá, formado por las piezas La Esperanza, La Fe y Caridad, sigue sin atenderse. De acuerdo con Balandrano, el proceso de restauración ya tiene un proyecto previo, por lo que en las siguientes semanas comenzarían las obras, que consisten en unir las piezas separadas de La Esperanza, que cayó por el sismo del 19 de septiembre, y dar limpieza y mantenimiento a las dos restantes, además de la construcción de un sistema especializado de anclaje para evitar que vuelvan a caer en un movimiento telúrico.
“Cada una de las piezas dañadas de La Esperanza se embaló y se resguardo aquí en la Catedral, tenemos que mover un elefante burocrático para que nos liberen los recursos y podamos comenzar a trabajar en las esculturas”, afirmó Balandrano.
El sismo del 19 de septiembre afectó diferentes zonas del país y una importante cantidad de edificaciones patrimoniales, como la Catedral, que se ha mantenido en pie, pero con daños que comenzaron a ser atendidos hasta 2020, año en que se realizó una primera intervención para revertir problemas menores, como retiro de flora parásita en la fachada del inmueble, sellado de grietas, cambio del sistema de pararrayos, así como la intervención en el sistema eléctrico.
El 12 de agosto pasado se registró un leve sismo de 5.1 grados con epicentro en Guerrero, que fue perceptible en algunas zonas de la capital y que provocó desprendimientos y daños al interior del inmueble, así lo dieron a conocer autoridades eclesiásticas a través de redes sociales.
El movimiento telúrico de ese día ocasionó que fragmentos de la cúpula se desprendieran y un fragmento más grande cayó sobre uno de los asientos del Altar Mayor. En ese momento se evidenció que los movimientos sísmicos, incluso los de menor intensidad, podrían causar daños a las estructuras de la Catedral.
Fue hasta el 7 de septiembre pasado que la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural informó, a través de su director, el arquitecto Arturo Balandrano, sobre una segunda etapa de intervención en la Catedral, ahora con el objetivo de revertir los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y continuar con los trabajos contra los hundimientos.
Se informó también que la empresa ganadora del proceso de licitación, con el número LO048000996-E92022, fue Escoda Técnicas de Arquitectura Monumental S.A de C.V., con 54 millones de pesos como inversión para las diferentes restauraciones pendientes. Cabe destacar que el monto destinado para estas obras se incluyó en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, por lo que los trabajos deben concluir a más tardar el 31 de diciembre próximo.
Arturo Balandrano explicó en ese momento que las restauraciones se enfocarían en mejorar la seguridad estructural de las torres campanario del conjunto principal y también del conjunto Sagrario, además de atender las grietas en bóvedas, muros y mampostería, los cuales resultaron dañados por los movimientos telúricos y hundimientos.
Desde septiembre, habitantes y visitantes de la capital han podido apreciar, poco a poco, la instalación
“Tenemos que mover un elefante burocrático para que nos liberen los recursos y podamos comenzar a trabajar en las esculturas (La Esperanza, La Fe y Caridad)”
de andamios; desde la plancha del Zócalo se observa a los trabajadores subir y bajar las estructuras, están a contrarreloj, a marchas forzadas para finalizar a tiempo las restauraciones.
Los trabajos en la Catedral se realizan en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y con el Instituto de Ingeniera de la UNAM. •