Ochoa hace la tarea al estudiar a Lewandowski
México, contra Argentina, ganas o te vas Aunque llevaba tiempo sin detener un penalti, el arquero se crece en el momento indicado Los aficionados se dan cita en sitios públicos para observar el debut de su Selección
Guillermo Ochoa salvó a México de una catástrofe en Qatar. Si no hubiera sido por el guardameta, la Selección estaría cerca de concretar el fracaso en la Copa del Mundo.
Hoy, más que nunca, hay que rendirle pleitesía a San Guillermo, santificado por tercer Mundial consecutivo.
El penalti, estudiado, que le detiene a Robert Lewandowski mantiene respirando a la Selección Nacional.
Memo, sin duda, está hecho para estos grandes momentos, con el mundo encima de él.
Porque lo hizo en Brasil 2014, con aquella atajada al brasileño Neymar; en Rusia 2018, ante el alemán Toni Kroos y ahora frenta al histórico del Bayern Munich, Robert Lewandowski.
Lamentablemente, estos actos heroicos de Ochoa —por lo menos en los pasados dos Mundiales— sólo han servido para lucimiento personal, porque el equipo se ha quedado en el lugar de siempre.
Por cierto, Guillermo —después de 31 penaltis que no pudo atajar— este 32 fue en donde sí lo hizo, y lo mete a la historia después de 92 años, tiempo que ha pasado desde que lo consiguió Óscar Bonfiglio, en Uruguay 1930, la primera Copa del Mundo.
México fue el mismo de los últimos dos años, en su debut mundialista.
No cambió nada, siguió con su nula producción al ataque. Así, difícilmente se llega a estar entre los mejores 16 de la competencia.
Festejar que se tiene más posesión del balón, que tiras más a portería, que eres mejor que el rival, no sirve de nada si el marcador refleja cero goles anotados.
Mucho movimiento de Hirving Lozano y Alexis Vega, intercambiándose por las bandas, pero todo quedó en grandes esfuerzos.
Jorge Sánchez y Jesús Gallardo ayudaron poco en el desequilibrio por fuera; Héctor Herrera, Edson Álvarez y Luis Chávez, con mucho balón, pero con pocas ideas para resolver en medio campo, y Henry Martín, con sus idas y vueltas para buscar espacios y servicios que le permitieran culminar algún remate.
Charly Rodríguez, Uriel Antuna y Raúl Jiménez no tuvieron peso ante los polacos.
Viene el juego contra Argentina. Si iba a ser difícil, ahora se vuelve muy peligroso, porque la Albiceleste llegará herida después de caer con Arabia Saudita. Necesita ganar sí o sí para no regresar de inmediato a casa, frustrada, hundida y fracasada.
Ojalá México logre detener y hacerle daño, mínimo aunque sea, a la salvaje bestia que serán los sudamericanos.
El partido es decisivo para ambas Selecciones. ¡Sálvese quien pueda! •
Como sólo ocurre en tiempo de Mundiales, los mexicanos de todo el país hicieron una pausa para ver el partido de la Selección como más se disfruta: En bola.
Sin importar el clima, o que era hora de trabajo y/o escuela, cientos se congregaron en plazas públicas, jardines, restaurantes y hasta en algunas empresas, para ver el México vs Polonia.
En Monterrey, pese al frío y la
Doha.— La sonrisa de Guillermo Ochoa no pudo ser completa, pero sí tuvo un gran motivo para estar contento: Volvió a ser el héroe de la Selección Mexicana en una Copa del Mundo.
El portero del Tricolor aseguró que el penalti atajado al astro Robert Lewandowski se debió a que hubo trabajo previo, al estudiar al atacante polaco.
“Hubo un trabajo detrás. La vida es así de caprichosa. Hacía rato que no atajaba un penalti, y ahora tocó”, afirmó el guardameta, a Televisa. “Se lo dedico a un amigo cuyo padre falleció ayer [lunes] y quería estar con él”.
La imagen de Ochoa al detener ese penalti ya se volverá un clásico instantáneo del Tricolor, al llovizna, unos 400 aficionados se dieron cita en la Explanada de los Héroes de la Gran Plaza; algunos, acompañados por su mascota.
En Ciudad Juárez, empresas maquiladoras pararon su producción para que los trabajadores pudieran sufrir y gozar durante 90 minutos.
En Culiacán, las pantallas gigantes fueron colocadas en la explanada del Palacio de Gobierno, hasta donde llegaron cientos de ilusionados aficionados.
Durante todo el partido, las actividades administrativas en el Palacio de Gobierno prácticamente se paralizaron, porque muchos funcionarios y burócraigual que aquella gran atajada contra Neymar en Brasil 2014.
“Cuando uno es niño, quiere jugar Mundiales y hacer historia. Es un buen recuerdo, pero queremos hacer historia como grupo”, sentenció.
Es cierto que la Selección Mexicana no ganó, pero Ochoa pidió valorar la unidad, de cara a los choques contra Argentina y Arabia Saudita.
“Es un punto, sumamos”, recordó. “Ellos tienen a muy buenos jugadores, tienen prestigio; queríamos los tres puntos y vienen partidos complicados. Si jugamos así, estaremos cerca de ganar los partidos”.
El llanto de Alexis Vega. Alexis Vega reconoció que lloró tas dejaron sus oficinas y siguieron el partido desde los pasillos, con una atención que pocas veces se ve en estos lugares.
Incluso, en San Luis Potosí, aficionados armaron una carne asada en la Plaza Fundadores, donde se colocó una pantalla gigante.
En Oaxaca, un restaurante recibió a un grupo de seis aficionados polacos, quienes sufrieron mientras los mexicanos celebraban la atajada de Guillermo Ochoa a Robert Lewandowski.
La ocasión tampoco fue desaprovechada por alcaldes y Gobernadores, que aceptaron colocar pantallas. • cuando se entonó el Himno Nacional, momentos antes de que se diera el silbatazo inicial del juego entre México y Polonia.
Al jugador del Guadalajara se le vino a la mente “todo lo que he pasado, todo lo que había sufrido para llegar aquí, y claro que me ganó el sentimiento, un sentimiento muy bonito”.
Desde que se iban al estadio en el autobús, “se me puso la piel chinita, vinieron a la mente muchos recuerdos, y se me salieron las lágrimas”.
Vega fue uno de los mejores jugadores del partido, pero eso no lo deja tranquilo, México tiene que pelear mucho más. •