El Universal

¿Que sigue después de la COP 27?

- * Director Ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y **Gerente de Investigac­ión del CEMDA

La cumbre climática de la ONU, conocida como la Conferenci­a de las Partes (COP) 27, inició el pasado 7 de noviembre en Egipto con un llamado de urgencia a la acción global lo más rápida que se pueda para reducir las emisiones de gases de efecto invernader­o. Se reconoció que estamos perdiendo la batalla, que los eventos climatológ­icos son cada vez más extremos y frecuentes y que tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad, así como el que se necesita mucha mayor voluntad política al más alto nivel de todos los países para enfrentar el problema y poder acelerar la descarboni­zación en el mediano y largo plazo.

Un segundo llamado a la comunidad internacio­nal fue para pedir que las ambiciones climáticas vía las contribuci­ones nacionalme­nte determinad­as sean renovadas con una ambición climática cada vez más alta. Es decir, no bastan los compromiso­s actuales, sino que hay que hacer aún más. Hay que recordar que en el caso particular de México, cuando presentamo­s nuestra contribuci­ón nacionalme­nte determinad­a del 2015 y del 2020, se ha considerad­o como insuficien­te por parte del Climate Action Tracker.

Sigue ausente la necesidad de eliminar a los combustibl­es fósiles del sector energético, sin un acuerdo claro.

Buena parte de las discusione­s se dieron en el tema de “pérdidas y daños”, en donde no sólo se pide,sinoseexig­ealasnacio­nesquemáse­misiones de gases de efecto invernader­o han emitido, compensen a los países afectados y más vulnerable­s por el cambio climático, es decir, que se dé una reparación por las afectacion­es causadas a países que prácticame­nte no emiten concentrac­iones de gases de efecto invernader­o, pero que sí están sufriendo como producto de la emisión de estas. Se está afectando más a los países que menos emiten.

Por lo que respecta a México, se ha anunciado una nueva contribuci­ón nacionalme­nte determinad­a que incluye, entre otras cosas, el aumentar del 22 al 35% la reducción de emisiones de gases de efecto invernader­o, por el que se van a generar 105 gigawats de energía limpia, se va a capturar el 98% de gas metano de instalacio­nes de Pemex, se van a crear más áreas naturales protegidas, habrá más acciones de reforestac­ión, se van a crear plantas de hidrógeno, y se promoverá la electromov­ilidad.

Todo lo anterior, pudiera verse como un paso positivo para que México regrese a la senda de la reducción en la generación de emisiones de gases de efecto invernader­o. Sin embargo, hay que cuestionar el cómo lo van a hacer. ¿Van a cambiar radicalmen­te la política energética del país? ¿Lo va a permitir la Secretaría de Energía (SENER), la que se ha opuesto sistemátic­amente a las energías renovables? ¿Cuál es el plan nacional de implementa­ción? ¿Cuál es la hoja de ruta? ¿Cómo se usarán los 48 mil millones de dólares que ofreció Estados Unidos para ayudar a México a cumplir con sus compromiso­s climáticos?

Igualmente, se debe de evitar el greenwashi­ng al proponer al Tren Maya y a Sembrando Vida como medidas de mitigación climática. Lo anterior, en función de que el World Resources Institute (WRI) ya hizo un estudio en el cual se demuestra que Sembrando Vida deforestó alrededor de 73 mil hectáreas en el 2020. En el caso del Tren Maya, éste ha sido un destructor de la selva en la península de Yucatán y eso es contrario a promover la captura de carbono.

Entre algunos compromiso­s derivados de la COP, podemos resaltar la creación de un mecanismo financiero para hacer frente a las pérdidas y daños que ayudará a los países pobres y vulnerable­s a hacer frente a los desastres climáticos cada vez más frecuentes e intensos, derivado de las emisiones de gases de efecto invernader­o emitidas por los países ricos. Sin embargo, sigue ausente la mención expresa de la necesidad de eliminar a los combustibl­es fósiles del sector energético, y no hubo un acuerdo ni compromiso claro en torno a este importante tema. ¿Ante esa realidad cada vez más apremiante, nuestro país jugará un rol activo o más bien pasivo? •

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