El Universal

Un retrato amarillo y terregoso

- CÉSAR HUERTA

Para Hollywood, México es color sepia. Para los cineastas mexicanos, los estadounid­enses son esos seres que discrimina­n y además generadore­s del narco y el tráfico de armas.

La mayoría de las produccion­es de ambas naciones se han centraliza­do, desde la década de los 20, en la frontera, donde confluyen los dos mundos. Sólo unas cuantas, como Una vida mejor, protagoniz­ada por Demián Bichir, quien alcanzó nominación al Oscar como Mejor Actor en 2012, se han alejado de ellas.

En esa cinta el actor mexicano daba vida a un migrante que lucha por mantener a su hijo alejado de la delincuenc­ia, buscando darle oportunida­des que él no tuvo.

Pero Traffic, de Steven Soderbergh, fue la que escudriñó en varios de los vicios que desde la meca del cine se ha fraguado en el imaginario: funcionari­os mexicanos corruptos envueltos en el narco, un político estadounid­ense con una hija que se droga y un policía honesto que se da cuenta que la guerra contra los mafiosos es imposible ganarla. Visualment­e México es amarillo y terregoso, Estados Unidos lleno de colorido.

600 millas, del mexicano Gabriel Ripstein, colocó a un agente estadounid­ense y un traficante mexicano de armas en un momento de su vida en que no solamente se van conociendo en persona, logrando incluso entenderse y verse como humanos, sino uniéndose en contra de un mal mayor, que es un cártel asesino.

Las series no se quedan atrás: en Cobra Kai, uno de los estelares es asaltado durante su primer día en una playa mexicana y recién en la segunda temporada de Un extraño enemigo, se teje una complicida­d entre la CIA y el encargado de seguridad de México, para alentar el narco en Guerrero, durante la década de los 70. •

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico