El Universal

Detrás de cada gota

El presidente de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamient­o de México nos habla de los retos y acciones realizadas para llevar este líquido a la casa de los mexicanos

- CRISTIAN ARCINIEGA suplemento­sespeciale­smx@gmail.com

En el marco del Día Mundial del Agua, conversamo­s con José Lara Lona, presidente de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamient­o de México (ANEAS), A.C., acerca de los desafíos que enfrentan los organismos operadores para llevar agua a las casas, así como de las acciones mediante las cuales podemos sumarnos como población para administra­r mejor y preservar este recurso. •

¿QUÉ TAN COMPLICADO ES PROVEER DE AGUA POTABLE A LOS HOGARES?

Es un proceso complejo por las caracterís­ticas que existen en todo el país. Hay zonas donde poder acceder al agua es muy sencillo y otras donde representa todo un reto hacerla llegar. El territorio mexicano tiene más de 650 acuíferos, de los cuales un poco más de 100 están sobreexplo­tados, es decir, se les extrae más agua de la que se les ingresa. Esto nos pone en una situación de mucha responsabi­lidad para hacer un buen uso de este recurso.

En los lugares donde existe sequía y el agua no es de otra índole más que subterráne­a, implica un gran reto subirla a la superficie. Hay instalacio­nes de pozos, algunos muy profundos, en la Ciudad de México. Esto conlleva a una serie de problemas de la calidad del agua, del proceso técnico para poder extraerla y llevarla únicamente a la superficie, sin hablar aún de poder conducirla a los hogares.

Una vez que se tiene el agua, debe dársele una cierta calidad que marca la propia normativa de la Secretaría de Salud. Además, al operar redes que tienen más de 50 años se desperdici­a mucha agua.

¿CUÁL ES EL MAYOR RETO COMO POBLACIÓN?

Principalm­ente, ser consciente­s en el consumo de agua para poder aminorar su producción. Es un tema de congruenci­a con el ambiente, pero también con la ciudadanía. Los organismos operadores tenemos muchas campañas para fomentar el ahorro, así como una cultura en el cuidado de este recurso.

En promedio, en nuestras redes se tira la mitad del agua que se produce. Además, si bien el desafío es llevar agua a los hogares, una vez que se usa hay que volverla a recolectar y, posteriorm­ente, darle un tratamient­o para que tenga una calidad adecuada con el ambiente y poderla regresar así a los cuerpos federales, los ríos, los mares o los acuíferos, para poder continuar con el ciclo del agua.

COMO CIUDADANOS, ¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR EN SU AHORRO?

Provenimos de algunas generacion­es en las que el cuidado del agua se veía como algo lejano; no obstante, el futuro ya nos alcanzó y el tema de no tener agua, a como estábamos acostumbra­dos, es una realidad hoy en día.

En nuestras manos está que el pequeño esfuerzo que hagamos, sume en esta lucha. En específico, hay acciones muy sencillas: lavarnos los dientes y no dejar la llave abierta, tener una cubeta para captar el agua de la regadera mientras sale la caliente, reutilizar el residuo de las lavadoras, no usar la manguera para lavar los vehículos, entre otras.

Algo que genera un consumo muy grande de agua, y que por lo general se utiliza agua potable, es el riego del patio. Hay zonas del país donde tener pasto atenta contra todo lo que hemos hablado. Un habitante por día debiera estar gastando entre 160 y 170 litros por día, y hay ciudades donde dicho número se eleva hasta más de 550 litros. Implementa­r estas acciones en el día a día permite garantizar el abasto en generacion­es venideras, así como la calidad en el servicio de los prestadore­s.

En el marco del Día Mundial del Agua, debemos crear conciencia en torno al esfuerzo que se requiere para tener agua: el solo hecho de poder abrir la llave y gozar de este líquido vital” Debemos de alentar a la población a hacer el ejercicio de vivir un día sin agua, para revaloriza­r este recurso”, José Lara Lona, presidente de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamient­o de México, A.C.

¿CÓMO SE DESPERDICI­A EL AGUA COMÚNMENTE?

Si bien se pierde mucho líquido de manera física en las fugas, también hay mucha agua no contabiliz­ada. Esto tiene que ver con el agua que perdemos en papel, es decir, aquella que no se mide. Cuando existen tomas clandestin­as o consumos que no se registran por parte de los prestadore­s del servicio, se contabiliz­an como pérdidas.

El objetivo es identifica­r si estas pérdidas se deben a alguna toma clandestin­a o en realidad se está desperdici­ando por una fuga. De igual manera, si al final del día se obtiene un balance de lo que se produce en comparació­n con lo que se paga, hay una gran diferencia.

¿HAY ÉPOCAS EN QUE SE GENERA UN MAYOR GASTO DE ESTE RECURSO?

En mayo y junio se incrementa el consumo de este líquido hasta en un 20%, respecto a otros meses. Aunado a la escasez de agua, el gasto de las poblacione­s es mucho mayor. Para no llegar a casos extremos como tandeos, lo ideal es administra­r el agua de una manera diferente durante la temporada de calor.

SE HABLA MUCHO SOBRE SOSTENIBIL­IDAD HÍDRICA. ¿A QUÉ SE REFIERE ESTO?

A que los seres humanos no seamos un factor que afecte el ciclo hidrológic­o. A poder encontrar un punto donde pueda proveerse el servicio sin afectar al medio ambiente y, sobre todo, el proceso que conllleva. Esto es relevante dado que vivimos en un país donde cerca de 44 millones de habitantes no cuentan con la dotación diaria de agua y 8.8 millones no tienen acceso en sus hogares, por lo que deben que caminar hasta seis kilómetros de distancia cargando el agua.

RESPECTO A LAS AGUAS RESIDUALES, ¿QUÉ FACTORES DIFICULTAN SU TRATAMIENT­O?

El primero es la recolecció­n de las aguas negras. Poderlas conducir hasta un punto determinad­o resulta muy complejo. El drenaje trabaja por gravedad, es decir, que reconoce los cauces existentes. La sola recolecció­n de las aguas residuales de las casas, las industrias o los comercios representa un problema técnico, y después sigue llevarlas a un proceso de tratamient­o.

Una vez que están todas en un ciclo de disposició­n, llamado planta de tratamient­o de aguas residuales, el propio proceso tiene sus dificultad­es. Todas las tecnología­s empleadas cuestan mucho dinero, sobre todo si consideram­os que la prioridad es dar agua, el tratamient­o se ha desplazado a un segundo plano. Existen alrededor de tres mil plantas de tratamient­o en todo el país, de las cuales operan cerca de mil 100. En muchas casos, no se encuentran en operación debido al alto costo de esta infraestru­ctura, el cual se vincula principalm­ente con el costo de la energía eléctrica.

¿QUÉ USOS SE LES DA A ESTE TIPO DE AGUAS?

En lugar de tirar al río o a la presa el agua ya tratada, se está comerciali­zando también. El agua de reúso puede tener un alto número de clientes en la industria, la agricultur­a, así como usos deportivos, por ejemplo, para regar campos de golf que, al final del día, necesitan de este recurso. El objetivo es fomentar la economía circular del agua.

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