A LA HOR A DE BAÑARNOS
En esta actividad cotidiana se desperdicia mucha agua. “Si tenemos en casa una regadera ahorradora, podríamos estar utilizando cinco litros por minuto, pero si es de las antiguas, el número se incrementa hasta 23. Eso hay que multiplicarlo por los minutos que tardamos en bañarnos”, dice Jorge Arriaga Medina, especialista en gestión integral del agua. Hay que considerar también los litros que se pierden desde el momento que abrimos la regadera hasta que empieza a salir el agua caliente. Expertos sugieren colocar una cubeta debajo y utilizar ese líquido para el escusado, para trapear los pisos del hogar o, bien, para lavar el auto. “La recomendación es tomar baños no mayores a cinco minutos, cerrar la llave mientras nos enjabonamos, así como evitar poner música y perder tiempo cantando. De igual manera, hay que sustituir las regaderas viejas por otras nuevas con tecnología ahorradora”, sugiere el experto en economía ambiental y ecológica.
AL UTILIZAR EL WC
El baño es una de las áreas de la casa donde más se consume agua cotidianamente. “Los inodoros convencionales gastan, en promedio, 10 litros por descarga. Si se toma en cuenta que una persona realiza alrededor de cinco descargas al día, en el mejor escenario se gastan cerca de 50 litros tan solo en el retrete”, señala Lily del Campo, gerente de Baños de The Home Depot México. Hoy en día, existen inodoros con doble descarga (una fuerte y una más pequeña) con las que se utilizan entre tres y seis litros, lo que produce un ahorro de más de 50% en el consumo de agua. Por ello, en la medida de lo posible, se deben cambiar los muebles de baño para que cumplan con esta norma.
Si el presupuesto no lo permite, se puede colocar una botella dentro de la caja del escusado rellena de piedras o grava, para poder ahorrar este líquido en cada descarga. Evita accionar la palanca para tirar solo papeles de baño.
CUANDO LAVAMOS TR ASTES
Ésta es una de las tareas dentro de la cocina en que más se tira agua. De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), si este líquido se utiliza de manera negligente pueden consumirse hasta 82 litros al realizar esta labor, cuando lo ideal sería no gastar más de 22 litros. SI, casi una cuarta parte. “En México acostumbramos lavar los trastes a mano y desconocemos que, al usar un lavavajillas, usamos entre 10 y 15 litros por cada carga. Dado que no es posible tener este aparato en todos los hogares, hay que aplicar medidas como cerrar la llave mientras se enjabonan los trastes y enjuagar todos en una sola tanda. A veces no ponemos atención en el jabón que empleamos, pero usarlo en exceso alarga el tiempo de enjuague, lo que se traduce en un mayor consumo de agua”, advierte Jorge Arriaga Medina, especialista en gestión integral del agua. De ser posible recolecta el líquido utilizado para reutilizar en el baño.
AL USAR LA LAVADOR A
¿Cuántas veces no se pone a funcionar este electrodoméstico sin completar la carga de ropa? Pues ese descuido ‘sin importancia’ puede significar mucha agua desperdiciada. “Hay aparatos que ocupan entre 75 y 150 litros por cada ciclo de lavado”, menciona Jorge Arriaga Medina.
Para revertir este impacto, no basta con poner la lavadora a funcionar con cargas completas, sino también utilizar ciclos más cortos en ropa con características similares. El agua desechada puede reusarse para trapear los pisos o echarla al WC. En caso de hacer esta tarea a mano, no hay que dejar la llave abierta ni lavar pieza por pieza, sino acumular todo para enjuagarlo junto hasta el final. El uso de detergentes muy procesados demanda ciclos de lavado más largos, pues el producto se adhiere mucho a las telas. De igual modo, no hay que lavar las prendas cada vez que se utilicen. Algunas como los jeans aguantan varias puestas y hasta se prolonga su vida.
AL CEPILLARNOS LOS DIENTES
Muchas personas realizan esta tarea en automático al terminar de comer, antes de ir a dormir o al despertarse, pero no le dan la importancia debida a la cantidad de agua que utilizan. Según la Sedema, si se tienen buenos hábitos, puede llevarse a cabo usando menos de 700 mililitros y no los 10 litros que suelen emplearse comúnmente. “Si solo abrimos la llave al principio y al final cuando nos lavamos los dientes, gastaríamos, a lo mucho, un litro de agua, aunque lo ideal sería usar un vaso pequeño de una medida de 300 mililitros”, subraya Arriaga Medina. Esto ayuda a ahorrar este recurso: más si se toma en cuenta que esta actividad se repite hasta tres veces al día.
Al afeitarse, asimismo, suele desperdiciarse mucha agua. No solo debe evitarse mientras uno se encuentra en la ducha, sino también hacerlo con la llave del agua abierta. Lo ideal es tener a la mano un recipiente o bandeja y solo al final enjuagar la piel con un chorro débil.
Todos podemos poner nuestro granito de arena para cuidar al planeta. Hay que crear un nivel de conciencia y aplicarlo hasta en la mínima cosa que hagamos o adquiramos, desde alimentos hasta productos para nuestro hogar. Esto ayuda a empujar a las marcas y compañías para que entreguen valor en los artículos que producen”,
Con el tiempo, las tuberías y griferías en el hogar sufren un deterioro que puede conducir a la filtración de agua. Si bien en algunos casos se trata de una gotita (la cual también cuenta), en otros se desperdicia una mayor cantidad que bien pudiera utilizarse en otras tareas dentro de la casa. “Puede parecer que una gota no es significativa, pero podemos estar gastando hasta 15 litros por día, lo cual equivale a cerca de cinco mil 500 litros al año”, apunta el especialista en gestión integral del agua, Jorge Arriaga Medina. Es por ello que, ante una situación como ésta, se debe llamar de inmediato a un experto para corregir el problema. En caso de detectar fugas en la calle, no te quedes con los brazos cruzados. El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) cuenta con dos líneas telefónicas (55-5658-1111 y 55-5654-3210) para levantar reportes las 24 horas y todos los días del año. Según sus registros, en 2019 se repararon más de 11 mil fugas.
AL REGAR EL JARDÍN
En el aseo del patio y riego del jardín pueden usarse entre 16 y 30 litros de agua, cuando un uso responsable no debe superar los ocho litros. En muchos hogares, es común utilizar una manguera para llevar a cabo estas tareas y dejar abierta la llave por varios minutos, lo cual ocasiona que varios litros se vayan por la alcantarilla.
Además de evitar dicha práctica, se recomienda “regar nuestro jardín a la hora adecuada. Si lo hacemos muy temprano o por la noche es mucho más probable que nuestro jardín pueda aprovechar mejor este recurso, al absorber la mayor cantidad de agua posible sin luchar contra el calor y los rayos del sol que provocan su evaporamiento”, dice la especialista de The Home Depot México, Lily del Campo.
Lo ideal es tomar una cubeta y una bandeja para realizar dichas tareas. De esta manera no solo se ahorra agua, sino también se hace un mejor trabajo. Lo mismo aplica en terrazas.
CUANDO LAVAMOS EL AUTO
Para muchas personas, esta actividad no solo es cotidiana, sino también relajante. De entrada, hay que evitar lavar el carro todos los días. A veces basta con aspirarlo o pasarle un trapo húmedo (por fuera o por dentro) para que se vea limpio. Asimismo, debe tomarse en cuenta que entre más se enjabone, más agua se necesitará para enjuagar.
Según la Sedema, en esta tarea pueden consumirse desde 10 hasta 100 litros de agua, cuando lo ideal sería no utilizar más de ocho litros. Actualmente, hay sistemas de limpieza que utilizan alta presión para dispersar mejor el agua en las superficies y evitar así el desperdicio de este vital líquido. Además de utilizar una cubeta y bandeja, se puede hacer uso del agua que se recolecta durante la ducha (aquella que cae antes de salir la caliente). Especialistas coinciden en que no se necesita más de una cubeta para mantener limpio el automóvil, por lo que el agua de más que se utilice se considera un gasto innecesario.
AL DESPERDICIAR ALIMENTOS
Detrás de un kilo de carne o una botella de agua, hay cientos de litros utilizados de este líquido. “Siempre hay que tener en cuenta el concepto de agua virtual, es decir, la cantidad de este recurso que se necesita para producir, empacar y transportar los bienes o servicios que utilizamos todos los días.
“Por ejemplo, un kilo de papas necesita alrededor de 132 litros de agua para producirse, mientras que, para una botella de medio litro, se requieren hasta 150”, advierte el coordinador ejecutivo de la Red de Agua de la UNAM, Jorge Arriaga Medina. Por ello, es clave reducir al mínimo el desperdicio de alimentos, ya que esto se traduce en un menor gasto de agua.
La Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX recomienda disminuir el consumo de carne y preferir vegetales o frutas, pues requieren menor cantidad de agua para su producción. Asimismo, aconseja favorecer el comercio local y optar por alimentos de temporada.
AL UTILIZAR ENERGÍA
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Al dejar prendida la luz, conectado algún electrodoméstico o usar el carro para movernos unas cuadras, también consumimos agua. “Alrededor del 4% del agua en México se utiliza para la generación de energía, principalmente para el enfriamiento de las turbinas que producen electricidad a partir de hidrocarburos.
“Por ello, si ahorramos energía, economizamos agua. Lo ideal es reducir los consumos a aquello que sea estrictamente necesario y que acorte la cadena de valor. Asimismo, hay que rechazar todo aquello que no sea esencial: no es obligatorio cambiar el celular cada año o comprar ropa nueva cada temporada. Debemos evitar un sobreconsumo de bienes y servicios”, subraya Jorge Arriaga Medina.
Cuando se trata de cuidar el agua, hasta la más mínima acción cuenta. Tomar medidas de ahorro de modo individual también suma, por lo que no hay que minimizar la práctica de estos consejos.
Es posible cambiar el mundo, incluso, desde la cocina. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar al planeta, para nosotros y para las próximas generaciones. A veces, es tan sencillo como tener en casa productos amigables con el ambiente”, Karla Espinoza Gutiérrez, directora de mercadotecnia para México de Cosentino, empresa especializada en superficies para el hogar.