El arte de correr para ser mejores
La Fórmula E es más que solo ganar para ser el más rápido. Viajamos a Japón para conocer las innovaciones que llegan a los autos de calle gracias a esta carrera
No lo voy a negar: Tokio es mi lugar favorito en el planeta Tierra. Desde su idioma, tradiciones y comida, hasta la cultura de amor que tienen por los coches, visitarlo siempre es un placer para mí.
Hago este breve apunte porque, un martes cualquiera de hace unas semanas, llegó un mensaje a mi celular. Nissan nos buscó para poder vivir en carne propia la primera carrera de la Fórmula E en Japón, un hito en el deporte motor del que podríamos ser parte. Mi corazón se aceleró e, inmediatamente, empezamos a pensar en las maravillas que nos esperaban al otro lado del mundo.
Sabemos que para muchos, la Fórmula E, es una de las carreras más “aburridas” que pueden ver, pero en Autopistas creemos que es todo lo contrario. Junto con Nissan, viajamos 12 mil kilómetros hasta Japón y pasamos una semana en el país del sol naciente conociendo puntos importantes de este serial y el cómo se ha convertido en un laboratorio de desarrollo para la marca.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Si usted, amable lector, ha tenido la oportunidad de viajar a Japón, sabe a lo que me refiero con “experiencia única”. Desde que llegas al aeropuerto de Narita, a 45 minutos de Tokio, comienza la aventura. Nosotros llegamos tres días antes de la carrera, pero la información y las actividades comenzaron desde el primer momento. Viajamos al Nissan Crossing, un showroom que la marca tiene en Ginza, para ver la exposición especial que tenían con motivo de la Fórmula E en dicho país.
En el lugar, tenían un monoplaza de segunda generación y uno de tercera (la actual). La idea es que las personas puedan entrar, completamente gratis, a mirar ambos autos y tomar fotos.
Para la carrera de Tokio, Nissan hizo un diseño especial de su monoplaza (el que se puede apreciar en portada), en donde sobresalen hojas de cerezo japonés y algunas letras en Kanji.
INNOVACIÓN EN LA PISTA
Si eres fanático de la Fórmula E, o al menos sigues el serial, sabrás que usualmente se corre en las calles de los países que visita. Este año, Japón no es la excepción y, al rededor del centro de convenciones más grande del país, armaron un circuito que combina subidas, bajadas, curvas muy cerradas y partes angostas, en extremo.
Tuvimos la oportunidad de dar una vuelta en un simulador. Es una pista sumamente complicada y técnica. No somos los expertos al volante de un monoplaza, pero intentamos dar lo mejor de nosotros y, en promedio, quedamos 20 segundos por arriba de lo que haría un piloto de la Fórmula E.
Como parte de las actividades relacionadas, visitamos el garage de Nissan para poder platicar con Tomaso Volpe, el director del equipo. El italiano es sumamente relajado, y comenzamos a platicar como si fuera un conocido de hace años.
Oliver Rowland de 31 años, se incorporó a Nissan esta temporada para correr con el número 22 en su auto
“¿Qué es lo que más te emociona de este e-prix?”, le pregunté a Tomaso. “Creo que es una de las carreras más técnicas del calendario, habrá que gestionar hasta lo último, me contestó.
Y sí, el circuito de Tokio es uno de los más demandantes en gestión de energía por las subidas y bajadas que tiene, además de que tuvieron poco tiempo de prácticas porque, ese día, llovió como si no hubiera un mañana.
“Hemos estado desarrollando el software del auto como no tienen una idea, y la verdad es que Nissan es una de las marcas que más se dedica a la investigación de estas tecnologías, pues si lo pueden reflejar en sus autos”, agregó Tomaso.
RESULTADOS EN LA CALLE
Como es sabido, muchas marcas tienen presencia en la Fórmula E porque les permite desarrollar tecnologías que, eventualmente, se ven reflejadas en los autos de calle. En este sentido, Nissan ha hecho algunas cosas que, actualmente, ya se ven rodando por las ciudades. Por poner un ejemplo, el esquema de tracción integral e-force de la marca nació en las pistas hace un par de años. Lo que hace es gestionar, de manera independiente entre ejes, la demanda de energía necesaria en caso de los eléctricos para tener siempre la potencia correcta sin necesidad de un diferencial físico.
Otra de las bondades que Nissan tiene hoy en día en sus autos eléctricos y los E-Power, que nacieron en la Fórmula E, es la gestión de la energía en las baterías. La marca japonesa hace uso de un módulo especial, desarrollado en esta categoría, que trata siempre de optimizar la recuperación de energía mediante frenos y desaceleraciones que, se representa, como una mejor autonomía.
¡A CORRER!
El día de la carrera, Oliver Rowland, piloto de Nissan, logró la Pole Position durante la clasificación, lo que significó que saldría desde la primera posición.
El ambiente era único y los fanáticos japoneses están a otro nivel. Respetuosos a morir, pero también muy entregados con los equipos, pilotos y las experiencias que esto representa.
Llegó el momento de la verdad y, en punto de las 3:05 pm, las luces se pusieron en verde para comenzar con la carrera. Luego de 35 vueltas, y un par de accidentes en pista, el ganador se definió por unos cuantos segundos y fue Maximilian Günther, de la escudería Maserati, seguido por Oliver Rowland, de Nissan, y Jake Dennis, de Andretti.
Si bien Rowland no logró alzarse con la victoria para Nissan, un segundo lugar en su carrera de casa es un sabor más que agradable.
Según las estadísticas de la propia FIA, el 87% de los asistentes apoyaban a Nissan, por lo que el grito en la premiación fue ensordecedor.
Tener la experiencia de vivir un E-Prix siempre será algo especial. Si a esto le sumamos que, en esta ocasión, fue en Japón, da como resultado uno de los mejores fines de semana de mi vida.
No cabe duda de que la Fórmula E llegó para quedarse. Si bien apenas llevan 10 años, estamos seguros de que irán ganando más y más terreno en el mundo de las carreras.