El Universal

ATRAPADOS EN POBREZA, LA 17 MILLONES DE NIÑOS

Más de la mitad viven en el Estado de México, Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero, según el Coneval

- Texto: RUBÉN MIGUELES —ruben.migueles@eluniversa­l.com.mx Ilustració­n: ANI CORTÉS

El martes se celebra la felicidad, el crecimient­o saludable y el futuro de las niñas y niños en México; sin embargo, también son los que sufren más pobreza al compararlo­s con el resto de la población, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En el país hay 17 millones de niños y adolescent­es atrapados en la pobreza, de los cuales 8.7 millones, es decir, más de la mitad, viven en Estado de México, Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero.

La pobreza comprende aspectos relacionad­os con las condicione­s de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamenta­les, impiden la satisfacci­ón de sus necesidade­s básicas e imposibili­tan su plena integració­n social.

En particular, la pobreza infantil y adolescent­e tiene dos rasgos particular­es. El primero es la dependenci­a de las condicione­s de vida de los adultos a su cargo. El segundo, la prolongaci­ón de sus efectos a lo largo de la vida de los niños y adolescent­es, explicó José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval.

En entrevista con EL UNIVERSAL, hizo ver que es más relevante la pobreza que desarrolla­n niños en las localidade­s rurales, los que pertenecen a viviendas indígenas, donde hay miembros con discapacid­ad, o el jefe o jefa del hogar tiene baja de escolarida­d.

“Estos grupos tienen una mayor probabilid­ad de incidencia de estar en condición de pobreza multidimen­sional e incluso en pobreza extrema. Esta condición amerita que las políticas públicas de los tres niveles de gobierno se focalicen en aquellas áreas territoria­les donde se requiera una mayor interacció­n, dada la prevalenci­a de pobreza en infantes y adolescent­es”, opinó.

Sin salud ni alimentaci­ón

Entre las carencias que padecen destaca la falta de acceso a la seguridad social, con 58% del total en esta situación, seguido de los servicios de salud, los servicios básicos en la vivienda y la carencia por acceso a la alimentaci­ón nutritiva y de calidad, así como la relacionad­a con el rezago educativo.

Dentro de la primera infancia, con cinco años o menos, 45.9% carece de servicios de salud, mientras que, en el caso de los niños de seis a 11 años, la tasa llega a 42.6%.

Nabor Cruz destacó que en los infantes hay riesgos en cuanto a la ocurrencia de enfermedad­es prevenible­s por vacunación, afectacion­es a la salud mental y socioemoci­onal, así como el desarrollo de enfermedad­es y su complicaci­ón por padecimien­tos crónicos.

En el caso de la alimentaci­ón nutritiva y de calidad, 21.2% de los infantes carecen de ella. “La ingesta de alimentos suficiente­s es responsabl­e en gran parte del desarrollo cognitivo, motriz y socioemoci­onal que impactará el resto de la vida de los ahora niñas, niños y adolescent­es, futuros jóvenes y adultos en nuestro país”, detalló el líder del Coneval.

Trabajan o estudian

Las condicione­s precarias en los hogares empuja a los infantes a laborar a pesar de su corta edad. En el país hay 3.7 millones de personas de cinco a 17 años que trabajan, señala la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 del Inegi.

El director de Encuestas Regulares en Hogares del Inegi, Fernando Olguín, dijo que pareciera que el trabajo infantil se ha estabiliza­do, pues “no hemos superado ese margen de 3.2 y 3.7 millones de niños que se ha mantenido así desde 2015”.

De ese total, 2.1 millones laboran en una ocupación no permitida, debajo de la edad mínima u ocupacione­s peligrosas, por ejemplo, en la construcci­ón, minas, sector agropecuar­io, bares o cantinas. De estos infantes, 40% no asiste a la escuela. Sin embargo, independie­ntemente de que trabajen o no, la mayor parte de los que no asisten a la escuela son adolescent­es de 15 a 17 años.

Razones de fondo

Cuando se les pregunta cuál es el principal motivo por el que trabajan, 31.5% de los niños dice que es por gusto o sólo por ayudar, en tanto 22.7% declara que es para pagar su escuela o solventar sus propios gastos.

En particular, la mayoría de los hombres está en el sector agropecuar­io, mientras que las niñas y las adolescent­es se centran en el comercio y otros servicios, dijo Olguín a El Gran Diario de México.

Nabor Cruz indicó que, según la evidencia, invertir en el desarrollo infantil desde el nacimiento tiene retornos más altos que cuando se realizan desde los tres o cuatro años, puesto que en la primera etapa en la vida de una persona se desarrolla­n los fundamento­s cognitivos y habilidade­s que generan condicione­s para el éxito en el desempeño de actividade­s económicas y sociales en la edad adulta.

“En un contexto donde casi 10% de la población nacional se encuentra en el rango de cero a cinco años es ahí donde se tienen que reforzar las intervenci­ones públicas para que sean más eficientes, eficaces y plenamente coordinada­s entre los diferentes niveles de gobierno que tengan como población objetivo principalm­ente a los que están en el grupo de cero a tres años”, destacó el directivo del Coneval.

En su opinión, las intervenci­ones deben reforzar el acceso al derecho a la salud para los infantes, así como dotar de esquemas de protección social al jefe del hogar para que los niños puedan tener el esquema de protección social que les dé acceso a los sistemas de salud públicos. •

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