SLEEP REVOLUTION
ZZZ ZZZZZZZ... ZZZ...
ARIANNA HUFFINGTON, PERIODISTA Y COFUNDADORA DE THE HUFFINGTON POST, SUFRIÓ UNA FRACTURA DE MENTÓN Y RECIBIÓ CINCO PUNTADAS EN EL OJO, TODO PORQUE SE DESMAYÓ DE CANSANCIO Y SE PEGÓ EN LA CABEZA CONTRA SU ESCRITORIO. LLEVABA MESES DURMIENDO MENOS DE CUATRO HORAS POR NOCHE. DESPUÉS DE ESE INCIDENTE DECIDIÓ ESCRIBIR EL LIBRO DEL CUAL TOMO PRESTADO EL TÍTULO PARA ESTE ARTÍCULO, PORQUE EFECTIVAMENTE DORMIR OCHO HORAS ES TODA UNA REVOLUCIÓN.
No me fracturé la cara pero hace un par de meses empecé a sufrir los estragos de una pésima rutina de sueño que incluía por lo menos una hora de Instagram o Netflix antes de dormirme más o menos a la una de la mañana, y hace unos meses de plano me acostaba entre las dos, casi las cuatro de la mañana para despertarme a las nueve. Sin ahondar en los horribles efectos que ese maldormir causaban en mi cara, se me empezaron a olvidar cosas, todo el día estaba somnolienta, irritable e hípersensible. Mi capacidad de respuesta en el trabajo se volvió lenta, no me podía concentrar bien y cuando llegaba la hora de dormir estaba tan cansada que no podía conciliar el sueño. Es real, sí pasa, así que después de estar dando vueltas o haciendo tiempo en el iPad o el celular en lo que llegaba Morfeo a abrazarme, terminaba recurriendo a las gotitas mágicas, entonces al día siguiente despertaba y me tomaba un litro de café o un par de bebidas energéticas para aguantar el día y regresar al loop del terror por la noche… ¡Pésimo!
En términos culturales, dormir se ha vuelto una contradicción. Tener buen descanso es símbolo de estatus pero también se considera una pérdida de tiempo. Pareciera que la vida de alguien es más interesante y exitosa entre más horas pueda alargar el horario laboral y después tener vida social. Cuando alguien dice que tiene que estar en la cama a las 10 u 11 pm a más tardar, lo vemos como si fuera un alien. Pero déjenme informarles que no dormir es lo PEOR que le pueden hacer a su bienestar, incluso más que fumar, más que comer mal y miles de cosas que dañan nuestro ser. El doctor Alejandro Jiménez Genchi, coordinador de la Clínica del Sueño del Instituto Nacional de Psiquiatría, dice que el insomnio es un problema de salud pública, pues las consecuencias de no obtener tu dosis diaria de zzz –aunque no comprobadas pero si relacionadas– van desde subir de peso hasta desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes, cáncer o Alzheimer. “Ya me sobrará tiempo para descansar cuando me muera”, dice García Márquez en uno de sus libros. Pero la realidad es que si seguimos con este acelere, descansaremos más temprano que tarde y es aquí cuando tenemos que hacer conciencia y ponernos en rehab para mejorar nuestros hábitos de sueño.
Es impresionante la disminución de la calidad de vida que tenemos como consecuencia de un mal descanso, hemos sacrificado nuestra salud física y mental por nuestra adicción a la tecnología, el FOMO y las exigencias de una vida laboral veloz y efectiva. Pero, ¿cómo formar de nuevo el sano hábito de dormir aunque sea siete horas seguidas? Primero reconociendo que si nosotros no estamos en óptimo estado de salud, NADA funciona, nada fluye y nada sale bien. Haz la prueba un día, organízate lo mejor que puedas para que a más tardar a las once de la noche estés en tu cama, cuando llegues del trabajo o escuela lávate la cara y ponte todas tus cremas, mascarillas y sueros para que después estos deberes no te alboroten el sueño, cena ligero y no leas algo con lo que sabes que te puedes picar y seguirte. Queda PROHIBIDO prender la tele .¿ Y tengo que mencionar poner el celular en do not disturb mode? Cuéntame como te va al día siguiente. Al que madruga Dios lo ayuda…pero al que duerme bien, ¡también!