LA UNIÓN DE LO ANTIGUO Y LO MODERNO
Impresionante, cinematográfica, sorpresiva, alucinante, así es Jordania: por donde sea que se vea desafía nuestra capacidad de asombro. Su belleza natural, riqueza cultural e histórica, en contraste con la vida moderna, nos hace sentir que vivimos la misma experiencia que un explorador que descubre nuevos sitios. La primera parada en este país es Amán, la singular capital donde se unen lo antiguo y lo moderno. Aquí se revelan vestigios de las etapas históricas que ha vivido esta nación del Medio Oriente, la más pacífica de la región. El destino ubicado en una zona de colinas entre el desierto y un valle se puede recorrer a pie o en bicicleta para visitar las ruinas que son testigos de su época grecoromana. Uno de los puntos obligados es La Ciudadela, con construcciones históricas que prácticamente hacen de este lugar un museo al aire libre. Columnas gigantes y el Templo de Hércules, son ejemplos de la arquitectura romana en la ciudad y testigos de la vida que aquí ha habido antes.
Pero Amán no es solo historia, la otra cara de una ciudad, que tiene un imponente skyline en el que sobresalen edificios como las Jordan Gate Twin Towers (de 186 metros de altura), y actualmente es uno de los destinos más visitados por el turismo global de primer mundo, ofrece también zonas como la de Abdali, con departamentos, oficinas, hoteles de lujo, galerías de arte e importantes boutiques de moda.
JORDANIA PONE A PRUEBALA CAPACIDAD DE ASOMBRO.