LA CIUDAD ROSADA

Después de un recorrido de tres horas por carretera desde Amán hacía el sur se encuentra Petra. Su imponente orografía determina las dos formas con las que se conoce a este lugar: Petra, que significa piedra en griego, y la Ciudad Rosada, por las rocas con la que se esculpieron las estructuras con las que se edificó la ciudad. No importa lo que hayas visto en fotos, estar ahí en persona no tiene comparación. Por algo es una de las siete maravillas del mundo.

Una de sus caras más famosas, y el monumento jordano más conocido, es El Tesoro, la tumba de un importante rey nabateo, con una inmensa fachada de 43 metros de altura. Basta caminar un poco para poner en perspectiva la escala humana ante esta construcción de millones de siglos que es una mezcla del poder de la naturaleza y la capacidad del hombre. Pero esta es solo una de las muchas maravillas que encuentras en Petra, donde todo alrededor es rosa pálido y se mezcla con los tonos tierra que contrastan con el azul del cielo.

Si quieres puedes contratar un guía que te lleve por los puntos importantes como la calle de las Fachadas, el Monasterio y el Altar de los Sacrificios que está en lo alto de una montaña, después de una subida de 45 minutos, y es una de las rutas de senderismo más populares en Petra. La calle columnada, que hace más de dos mil años estaba repleta de tiendas y mercados, es otro lugar que debes visitar.

Las caminatas de más kilómetros pueden durar más de una hora, pero a cambio tendrás una vista privilegiada del atardecer, intensificado por el color rojizo del paisaje. Toma en cuenta que sobre todo en verano puede haber mucha gente, así que planea tu itinerario. Si vas con tiempo justo, puedes ver lo principal en un solo día aunque lo ideal es quedarse dos.

JORDANIA ES UN LUGAR PARA DESCONECTARSE UNOS DÍAS DEL MUNDO Y RE CONECTAR CON UNO MISMO Y LA NATURALEZA.